A los 31 años y tras nueve temporadas en la NBA, Tony Snell ha descubierto que sufre un trastorno del espectro autista. El jugador se ha enterado tras conocer el diagnóstico de su hijo Karter, de tan solo 18 meses. Entonces, decidió someterse a pruebas.

"Cuando se lo diagnosticaron a él, creía que yo también podía tener el mismo trastorno. Eso me dio el coraje para que me hicieran un estudio", ha explicado Snell, que asegura que tenía la sospecha desde pequeño. "Siempre fui muy independiente. Siempre estaba solo. No podía conectar con la gente".

El jugador californiano asegura que, a pesar de haber recibido una noticia tan impactante, se siende liberado: "Estoy aliviado: 'Ah, es por eso que soy como soy'. Simplemente hizo que toda mi vida, todo sobre mi vida, tuviera mucho sentido. Fue como ver la luz, como ponerme unas gafas 3D".

No tener diagnóstico le permitió llegar a la NBA

Snell también se ha mostrado satisfecho por haber recibido este diagnóstico una vez que ha concluido su paso por la NBA, pues asegura que, de haber conocido el trastorno antes, le hubiesen puesto trabas para jugar a primer nivel.

"Probablemente me habría limitado con las cosas que podría hacer. No creo que hubiera estado en la NBA si me hubieran diagnosticado autismo con la edad de mi hijo. Habrían puesto un límite a mis habilidades", asegura un Tony Snell que a partir de ahora tendrá como prioridad ayudar a su hijo.

"Quiero asegurarme de que sepa que le protejo. Cuando yo era niño, me sentía diferente, pero puedo mostrarle que estoy aquí con él, que vamos a crecer juntos y que vamos a lograr muchas cosas", sentenció Snell para concluir.