Los 'sounders' vuelven a la carga, después de dos días agónicos en los que las tormentas no han cesado.  "En cuanto empezó a llover salimos de la tienda lo más rápido que pudimos", comenta un joven.

El viento y la lluvia han impedido que la sexta edición del Arenal Sound se celebre con normalidad. En la noche del viernes más de 1.200 personas tuvieron que ser desalojadas de nuevo de la zona de acampada.

Muchos, cansados de la situación, han decidido volver a sus casas. Los bomberos han trabajado sin descanso durante toda la noche para achicar el agua. Mañana termina el festival en una atípica edición que no solo se recordará por la música.