Según ha informado el periódico 'The Daily Telegraph', las entradas tendrán un precio de unas 10 libras (11 euros) y permitirán estar de pie o sentarse con mantas de pícnic en el palco de platea del teatro, de donde se retirarán los cómodos asientos en una operación logística que se calcula durará unas doce horas.

Estas entradas sin asiento asignado, que se conocerán como "conciertos Proms", se pondrán a la venta durante una semana concreta de la temporada operística, en la que tendrán lugar funciones de todo tipo.

Mears declaró al diario que la idea de resucitar los conciertos Proms de ópera vino porque "plantea la oportunidad de ofrecer un gran número de entradas a precios muy bajos".

El director artístico, que llegó al cargo en 2016 con solo 37 años, dijo que una mayor accesibilidad a las funciones servirá también para eliminar prejuicios. "La gente cree que la ópera es muy formal y estirada. Claro que a las personas les gusta vestirse para la ocasión y eso puede ser parte del acontecimiento de ir a la ópera, pero nadie debería sentirse intimidado por ello".

La Royal Opera House, que está haciendo reformas internas para mejorar sus instalaciones, busca un patrocinador para este tipo de entradas más económicas, pues supondrán la pérdida de los ingresos que percibiría con los caros asientos de platea, que pueden costar unas 230 libras (unos 250 euros).