"Dios odia a Renoir", dicen en sus pancartas. "Descolgad sus cuadros, Renoir apesta" le piden al museo de Bellas Artes de Boston, el último en recibir la visita de este movimiento que quiere que Renoir desaparezca de los museos por ser demasiado sensiblero e impropio de un museo de arte serio.
Justifican su odio hacia el artista por no respetar las proporciones en los cuerpos ni la técnica, en la que destacan los ojos inexpresivos de sus retratados. Ejemplos que van colgado usuarios de todo el mundo en el perfil de Instagram renoir_sucks_at_painting. La tataranieta les ha respondido que "cuando su tararabuelo pinte algo valorado en 78 millones, podrán criticar".
Aunque a priori parezca una blasfemia, los expertos en arte sí reconocen que la última etapa de Renoir no es tan buena como la primera. Lo justifican con que el pintor sufrió una artrosis tran grave que le llegó a paralizar parte de su cuerpo y que incluso le tenían que atar los pinceles a sus manos para que pudiera pintar, pero también le critican que dejara el impresionismo para pintar al gusto de los ricos de la época. Por eso muchos creen que los últimos cuarenta años de obra del pintor no merecen ser considerados.
Hace tiempo que museos como el Metropolitan y el Moma han ido retirado algunas de las obras de Renoir.
Fue encontrado en un armario
Cultura devuelve a la fundación Giner de los Ríos un retrato de él cuando era niño que fue expoliado por el franquismo
¿Por qué es importante? El ministro de Cultura Ernest Urtasun ha devuelto a la fundación Giner de los Ríos un retrato del notable filósofo español que fue incautado por el franquismo y encontrado años después "en precarias condiciones" en un armario de la Biblioteca Nacional. "Vuelve a casa", ha manifestado.