Esta es la historia de Inglaterra que no se cuenta en los libros. La historia de la familia Real británica a través de sus juguetes.
La de los pequeños Windsor estará ahora a la vista de todos. Desde Jorge IV, allá por el año 1800 hasta el pequeño de la familia.
Con apenas un año, lo más probable es que ni siquiera haya jugado con el caballo que le regaló Barack Obama, que ya es una pieza de museo.
En la exposición, que abre sus puertas el 26 de julio hasta el próximo 28 de septiembre, se puede ver también una réplica del coche de James Bond que Aston Martin le regaló al príncipe Andrés cuando era un niño.
Son 150 piezas entre las que se pueden contemplar objetos tan curiosos la puerta en la que Isabel y sus hermanos iban marcando cuánto creían y la ropa de paseo de los pequeños William y Harry.
Es la cara oculta de los pequeños Windsor. La que jamás veremos en los actos oficiales.