Liliana Pereira fue una de las cientos de mujeres encarceladas, torturadas y violadas por la dictadura militar que sufrió Uruguay entre 1973 y 1985. La película 'Migas de pan' nos pone en la piel de una de ellas. La protagonista tuvo que exiliarse para huir de aquel horror.

"Esta ha sido la primera película en 30 años de democracia que toca este tema", explica Manane Rodríguez, directora del largometraje. En 1973, el ejército, con la aprobación del entonces presidente Juan María Bordaberry, dio un golpe de Estado disolviendo las Cortes.

Se prohibieron los partidos políticos, se ilegalizaron los sindicatos, los medios de comunicación y se persiguió, encarceló y asesinó a cualquiera que se opusiese al régimen. "Sufren el castigo de una dictadura por ser opositoras. Pero también por ser mujeres que no asumen el rol que se les había establecido", critica Rodríguez. Lo más llamativo es que los 12 años de represión llegaron a su fin gracias a un referéndum.

En 1985, el ejército convocó un plebiscito para legitimar su régimen. Los uruguayos votaron y dijeron 'no', aunque las heridas todavía no se han cerrado. "La justicia todavía no ha actuado de una manera contundente contra quienes cometieron crímenes de lesa humanidad", lamenta la directora. Como se ve en 'Migas de Pan', muchas familias fueron destruidas para siempre por tratar de defender la libertad.