El Museo del Prado desvela radiografías de algunas de sus obras de arte con motivo del 84 aniversario de la muerte de Marie Curie, que fue pionera en el campo de la radioactividad. Gracias a los rayos X, podemos entrever las entrañas de las obras y el proceso creativo de las mismas. La primera vez que entraron los rayos X en el Museo del Prado fue en el año 1975. Desde entonces, son una herramienta indispensable para el estudio de pinturas, esculturas, marcos y objetos de arte de su colección.

De esta forma, en homenaje a Marie Curie, el museo madrileño está publicando en sus redes sociales las radiografías de una serie de obras que revelan su interior y que arrojan información fundamental sobre su estructura o las modificaciones que ha ido haciendo el autor durante el proceso de creación.

La primera radiografía que han mostrado ha sido la de 'El Descendimiento', de Rogier van der Weyden, en la que se pueden ver los 11 tableros verticales de madera de roble unidos que la componen y que es propia de la escuela flamenca del siglo XV. El propio museo indica que los rayos X aportan a esta obra "información esencial sobre la estructura original del soporte".

También se han mostrado las radiografías de la escultura 'La Virgen y las ánimas del Purgatorio', de Pedro Machuca, y el retrato 'Carlos II a edad adulta', de Carreño de Miranda. En esta última se puede ver, gracias a los rayos X, cómo el artista cambio la posición del retratado durante el proceso de creación.

Asimismo, también se han mostrado las entrañas de la escultura 'La Magdalena penitente', de Juan de Mena, 'El cazador cargando la escopeta', de Goya y 'Judith en el banquete de Holofernes', entre otras obras.