Al ritmo de Funk setentero, y con unos efectos especiales más propios del cine de serie 'B', comienza la primera película de Spiderman, estrenada en televisión en 1977: 'The Amazing Spiderman'. 40 años después, y tras tres versiones diferentes, podemos ver claramente cómo ha ido cambiando el personaje en edad, moda y efectos.

Nicholas Hammond interpretó a un Spiderman madurito, con un disfraz que parecía más un pijama que el traje del auténtico hombre-araña. Como complemento, tenía un cinturón del que sacaba los cartuchos de telaraña. Esta se asemejaba más a una cuerda que a otra cosa. Este Spiderman trepaba a cuatro patas los falsos edificios de Nueva York.

Más elegante fue en 2002 Tobey Maguire como Peter Parker, que ya recorría la ciudad de edificio en edificio con su telaraña y escalaba de una forma más ortodoxa. También era más joven y mucho más friki, adaptándose mejor al adolescente del cómic. Su traje que le quedaba como un guante y no llevaba cinturón. La trilogía del trepamuros protagonizada por Maguire hizo que el famoso personaje de Marvel recobrase popularidad entre los jóvenes.

En 2012 llegó una nueva entrega, esta vez protagonizada por Andrew Garfield. En 'The Amazing Spiderman', el actor, una vez más, era más joven que su predecesor, pero también menos friki y más vacilón. El traje no era más que ropa ajustada y no contaba con habilidades especiales.

Ahora, el superhéroe llega una vez más a los cines de la mano de Tom Holland, uno de los protagonistas de 'Lo Imposible', de Juan Antonio Bayona. Su traje ahora es de último modelo. Tanto, que parece más bien un 'smartphone'. Lleva GPS, sistemas de seguridad y hasta drones incorporados. Es la versión más joven y millenial de Peter Parker: sólo tiene 15 años.

Así ha evolucionado la historia de Spiderman en la gran pantalla. Atendiendo a la evolución de sus películas, Peter Parker, más que el famoso hombre-araña que atrapó a varias generaciones en sus redes, ya se parece más a Benjamin Button.