Pocos se resistieron a hacerse fotos con él y todo el que le veía le mandaba un saludo a su manera. Así reaccionaban los alemanes ante el paso de un falso Hitler. Un recorrido por las mismas calles que el auténtico recorrió hace 70 años.

La gente no sabía que estaba participando en una película que cuenta qué pasaría si el dictador resucitara en pleno siglo XXI sin recordar su pasado.

Sus reacciones sorprendieron al equipo de la película. En muchos casos le recibían como si fuera una estrella del pop, y dice su protagonista que a veces se llegó a asustar de lo que la gente le contaba.

Por eso, la película reabre el debate sobre si la crisis migratoria ha provocado que la clase media alemana se haya olvidado su pasado y se haya vuelto algo reaccionaria.

Incluso hay quien ha criticado que se haya traspasado la delgada línea que separa "reírse de Hitler, de reírse con Hitler".