Arturo Pérez Reverte dibuja un panorama pesimista de nuestro país condenado, dice, a repetir sus errores: "Franco fue una recaída en la enfermedad que se llama España".

Un país desmemoriado que no invierte en educación: en los colegios no se estudia la historia de España, y ese es, según el escritor, el verdadero problema: "Un joven que no conoce la historia está sometido a manipulación de cualquier populismo de cualquier signo político".

Reverte cree que España es "un Estado en demolición", y asegura que no encuentra en el panorama político actual nadie que pueda recomponerlo: ¿Casado, Echenique, Rivera, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Santiago Abascal?, ¿voy a poner lo que queda de Estado en manos de esos?" pregunta irónico el escritor español.

Sólo hay una figura en la que Reverte confía, el Rey Felipe VI: "Soy republicano de vocación y monárquico de razón, porque no tengo otra", ha reiterado el autor de 'Una historia de España'.

España nunca ha estado unida, explica Reverte en su nuevo libro, en el que relata los siglos de conflictos internos y apela al cemento que nos une para solucionarlo, la historia. No perdamos la memoria, dice, para no perder el futuro.