El telescopio espacial James Webb revela un universo desconocido con sus primeras imágenes. Las nebulosas de Carina y del Anillo del Sur y el Quinteto de Stephan eran objetos cósmicos ya conocidos y fotografiados por el telescopio Hubble, pero la tecnología puntera del Webb y su capacidad de observar en el espectro infrarrojo ha proporcionado una visión sin precedentes de todos ellos. Junto a estas imágenes se dio a conocer el espectro del exoplaneta WASP-96 b, que ha captado la señal inconfundible del agua.

El James Webb, que fue lanzado al pasado día de Navidad y está ubicado a 1,5 millones de kilómetros, no solo es el telescopio más grande y avanzado en el espacio, sino que también ha abierto una nueva era en la astronomía y se centrará en el estudio del universo primitivo, la evolución de las galaxias, el ciclo de vida de las estrellas y la existencia y composición de otros mundos.

Las primeras observaciones del telescopio, formado por un parasol del tamaño de una cancha de tenis y un gran espejo de 18 fragmentos hexagonales bañados en oro, cuentan la historia de un universo oculto. La capacidad de ver desde los exoplanetas vecinos hasta las galaxias más lejanas del universo primitivo, hacen del Webb una especie de máquina del tiempo que será capaz de captar la luz emitida poco antes del Big Bang. El telescopio espacial está compuesto de varias cámaras, espectrógrafos y coronógrafos de última generación, de los que MIRI y NIRSpec tienen participación científica española.

Las imágenes del Webb

La imágenes se fueron dando a conocer una a una, acompañadas de las explicaciones de expertos, que tomaban la palabra tras las expresiones de asombro de los presentes ante cada nueva entrega. Una sorprendente "instantánea" de la nebulosa del Anillo del Sur abrió el desfile, en la que se muestra el espectáculo final de una estrella agonizante, según la describe la NASA. que ha estado emitiendo anillos de gas y polvo en todas direcciones durante miles de años. Situada a unos 2.500 años luz de distancia, los detalles sobre esta nebulosa permitirán comprender qué moléculas están presentes en las capas de gas y polvo, lo que ayudará a refinar el conocimiento de estos objetos.

La nebulosa del Anillo del Sur a 2.500 años luz.

Todas las imágenes son de gran belleza, pero quizás la más emocionante por su espectacularidad corresponda a la nebulosa de Carina (NGC 3324), que abre la puerta a los llamados precipicios cósmicos y a la luminosa majestuosidad de una guardería de estrellas.

Imagen del borde de una región cercana y joven donde se forman estrellas, llamada NGC 3324, en la Nebulosa de Carina, que se asemeja a un paisaje de "montañas" y "valles" salpicados de estrellas brillantes.

La fotografía más grande tomada hasta ahora por el nuevo telescopio muestra una "danza cósmica" a 290 millones de años luz, protagonizada por las cinco galaxias del Quinteto de Stephan arrastradas por sus fuerzas gravitacionales, explicó la astrónoma de la NASA Giovanna Giardino.

El Quinteto de Stephan, un conjunto de cinco galaxias, de las que cuatro interactúan, ubicado a 290 millones de años luz.

Con este tipo de imágenes los científicos podrán estudiar con un grado de detalle sin precedentes cómo interactúan las galaxias entre sí y la evolución de los agujeros negros.