En París en 2015 hubo aplausos y hasta lágrimas por un acuerdo que nacía para incumplirse. El secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, decía en diciembre de 2015 que estaban "decididos a reducir las emisiones" y que ya no había "marcha atrás".

El calentamiento del planeta no debía superar los dos grados y tres años después es difícil de lograr. "Nos encaminamos a un calentamiento de 3,2 grados", ha dicho Satya Triphati, jefe del Clima de la ONU.

En el ránking de emisiones están China y Estados Unidos. La Casa Blanca alarmaba en un informe del cambio climático, no obstante, Trump niega. "No me lo creo, estamos más limpios que nunca", ha dicho.

Europa también suspende y sigue lanzando promesas. "Europa será la primera gran economía que apueste por emisiones cero de aquí a 2050", decía a finales de noviembre Arias Cañete, comisario europeo del clima.

Los ecologistas urgen al Gobierno a que termine con el carbón mucho antes, para 2025. Desde Greenpeace, José Luis García denuncia que "hay muchas más centrales de las que se necesitan, es tomar la decisión política y dejar de subvencionar artificialmente el carbón".

La contaminación afecta a nuestra salud y a nuestros bolsillos. "En el año 2014 tuvo un impacto económico de 800 a 1100 millones de euros", destaca Ana Barreira, del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente.

Cómo dejar de contaminar lo decidirán los líderes mundiales en Polonia con polémica incluida; es el país de la UE con más emisiones de dióxido de carbono y, paradójicamente, la Cumbre Mundial del Clima la patrocinará una empresa del carbón.