Este viernes ha arrancado la campaña de las elecciones gallegas y los candidatos de los tres principales partidos políticos gallegos han escogido Lugo, A Coruña y Santiago para dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral con motivo de las elecciones autonómicas del próximo 18 de febrero, las más abiertas de los últimos 15 años. En ellas, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, encara en las elecciones de Galicia el primer test electoral tras la decepción por no llegar a La Moncloa, un examen en el que jugará en casa y en el que se mide tanto su liderazgo como a su sucesor en la Xunta, Alfonso Rueda.

Por primera vez desde 2009 Feijóo no será el candidato del PP gallego. Sin embargo, como líder nacional tampoco vivirá las elecciones desde la barrera porque se volcará en la campaña, que comienza este viernes, con una caravana propia. Fue en Galicia donde Feijóo construyó su liderazgo nacional, presumiendo de gestión y de haber evitado la entrada de Vox en la política autonómica.

A la cita con las urnas del 18 de febrero, que antecede a las elecciones vascas y las europeas, el PP llega con su adversario, el PSOE, atravesando un momento complejo por la votación en la que Junts rechazó la ley de amnistía, que ha subrayado la precariedad parlamentaria de Pedro Sánchez, que ya enfrentaba la erosión de defender una norma que antes rechazaba.

Así empiezan los candidatos la campaña

En la jornada en la que arranca carrera hacia las urnas, el presidente de la Xunta y candidato popular a la reelección, Alfonso Rueda, continuará con su agenda institucional, con la reunión semanal del Consello en San Caetano. En clave electoral, Rueda se desplazará a Lugo para participar en un mitin central junto a la presidenta provincial del PP y cabeza de lista por esta circunscripción, Elena Candia, y la responsable de Novas Xeracións, Nicole Grueira. La última parada del día la hará en Santiago de Compostela, donde participará en la tradicional pegada de carteles que marca el arranque de los 15 días campaña. Será en la Praza do Obradoiro a las 23.15 horas.

Por su parte, la líder del BNG y candidata de la formación a la Presidencia de la Xunta, Ana Pontón, participará por la mañana en un acto con los cabezas de lista de la formación por las cuatro provincias gallegas en el Parque de Bonaval de la capital gallega. Ya por la tarde, a las 20,00 horas, abrirá la campaña en el Campo da Leña de A Coruña junto a Mercedes Queixas, que concurre como número dos de la lista por esta circunscripción, que encabeza la propia Pontón.

El socialista José Ramón Gómez Besteiro, que se estrenará como candidato a la Xunta tras su regreso a la primera línea política, ha escogido su ciudad natal, la de Lugo, para su acto de arranque de la campaña electoral. Además, él mismo es el cabeza de lista del PSdeG por la provincia. En la Praza de Santa María estará acompañado por la vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero. El acto tendrá lugar antes de la pegada de carteles, que también realizará en la propia ciudad de la Muralla.

Por su parte, Sumar Galicia, con la aspirante a la Xunta Marta Lois a la cabeza, apuesta por "un arranque diferente" y no elegirá ninguna de las grandes ciudades, sino que se desplazará a la costa de O Morrazo para la salida a la campaña. Además, la candidata de Podemos a la Presidencia de la Xunta, Isabel Faraldo, también escogerá A Coruña para el acto de pegada. En concreto, estará en el Millenium, en Labañou.En el caso de la formación liderada por Santiago Abascal, la ciudad escogida para el arranque de la campaña será la de Vigo, donde la portavoz parlamentaria, Pepa Millán, arropará al candidato, Álvaro Díaz-Mella, tanto en un acto político como en la propia pegada de carteles.

Un momento dulce para el PP, pero sin fiarlo a las encuestas

El momento para el PP es dulce, tras haber sacado a la calle hasta en siete ocasiones a decenas de miles de personas contra el Gobierno. Además, sobre el Ejecutivo sobrevuela ahora la amenaza de protestas agrarias. Otro elemento que rodea la campaña es la negociación en Bruselas para renovar el Poder Judicial, aunque no se retomará hasta el 12 de febrero.

En todo caso, la formación ha aprendido a la fuerza a desconfiar de las buenas perspectivas. En Génova han hecho examen de conciencia sobre lo ocurrido el 23 de julio, cuando Feijóo daba por hecho que encabezaría el Consejo de Ministros, hasta que el recuento de los votos demostró que PP y Vox no sumaban mayoría. Ahora las encuestas se cogen con pinzas en el cuartel general del PP, donde la consigna es la prudencia.

La atención es máxima también al medir el impacto de la actualidad. En público, Feijóo ha pedido a los suyos no confiarse, no dar el partido por ganado, y ha subrayado la dificultad de retener la quinta mayoría absoluta en Galicia. Además hay sondeos, una minoría, que arrojan datos preocupantes para el PP y mantienen la tensión. Es el caso del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que apunta a que Rueda estaría al borde de perder la mayoría absoluta, al que el PP no da credibilidad.

En estos comicios hay además dos elementos que generan incertidumbre. Uno es el peso que tenga Vox; en el que PP dan por hecho que una vez más se quedará sin representación, aunque está por ver si les hace mella en el reparto de escaños. Otro es que rol jugará y que apoyo arrastrará Democracia Ourensana, el partido del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome.

Sin permitir la calma, ni la relajación, en Génova creen que no hay razones para preocuparse porque para perder la mayoría absoluta deberían retroceder hasta cinco escaños y ven improbable un batacazo así. Pero peinarán las provincias gallegas. Feijóo empieza este viernes la campaña en Lugo que junto con A Coruña, donde también acudirá, son las dos provincias en las que Rueda se juega la absoluta, según la encuesta preelectoral del CIS.

Miedo a perder Galicia

En la precampaña el argumentario más repetido por el PP es el riesgo de que Galicia pueda caer en manos del nacionalismo y se convierta además en una sucursal de lo que denominan como 'sanchismo'. Al Bloque Nacionalista Galego, que parte como segundo, lo tachan de amigo de ERC y EH Bildu.

Antes de que arranque la campaña, tanto en la sede nacional del PP como en los territorios trasladan que las sensaciones son buenas, aunque también se contiene la respiración ante el escenario de que el PP pierda Galicia y Feijóo, que allí forjó sus galones, quede tocado.

Preguntado sobre esa hipótesis, el presidente andaluz, Juanma Moreno, sostuvo que ningún resultado condicionaría el futuro de Feijóo como líder del PP ni como futuro candidato a las Presidencia. Y un argumento idéntico repiten desde otras autonomías gobernadas por el PP. Pero "al final lo que ocurre en Galicia suele tener y ha tenido históricamente mucha repercusión en España", como sostuvo Feijóo el pasado 28 de diciembre.

El resultado servirá para medir cómo se percibe en Galicia la oposición que Feijóo hace a Sánchez, cuando según el CIS el 73,5% de los españoles afirma tener poca o ninguna confianza en él. Y también permitirá sopesar cuál es desgaste que la amnistía provoca en los socialistas.