"El agua lo es todo en la Región". Esta frase fue pronunciada por el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, varias veces en la precampaña, pero también en la campaña electoral. La frase recuerda mucho al eslogan 'Agua para todos', que formó parte de una famosa y exitosa campaña que llevó a cabo el Partido Popular entre 2004 y 2012. En esos años, todos los edificios públicos de la Región y los ayuntamientos donde gobernaba lucían enormes carteles con el lema.

Para las elecciones autonómicas del 28 de mayo, no ha habido carteles sobre el agua, pero sí que ha centrado toda la precampaña electoral en Murcia. Sin embargo, la política hidráulica no solo ocupará las elecciones municipales y autonómicas, sino que será la antesala de las generales ya que España vive uno de los peores episodios de sequía. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya en el acto de presentación en abril de los candidatos a las alcaldías de la Región, se comprometió a "impulsar y aprobar un pacto nacional del agua". "Nos veremos en la Moncloa con los presidentes de las comunidades, buscaremos el acuerdo, nos daremos la manos, y nos pondremos a poner agua donde no hay; ese es mi compromiso, que asumimos en Murcia y en el resto de España", dijo Feijóo. El 'popular' sabía perfectamente que estas eran las palabras que esperan los murcianos.

Una postura distinta es la que mantiene la dirección nacional del PSOE y el Gobierno central, que con el recorte del caudal para el trasvase Tajo-Segura ha reavivado el debate sobre el agua. Un tema sensible para los murcianos que volverán a elegir al PP. El actual presidente y candidato a reelección López Miras sigue siendo el favorito para ganar las elecciones autonómicas y rozaría la mayoría absoluta, según el barómetro de la Región de Murcia de la primavera del 2023, la última estimación de voto. El Parlamento murciano se quedaría con 20-21 diputados del PP (4 o 5 escaños más), 14-15 del PSOE (dos o tres escaños menos), 7 de Vox (tres más) y 3 de Unidas Podemos (uno más). Si se cumple la parte más favorable, el PP de López Miras estaría a dos escaños de la mayoría absoluta, que son 23 escaños. Además, esta encuesta recoge que la segunda preocupación de los murcianos, después del desempleo, es el agua.

No obstante, el barómetro del CIS, publicado el jueves 11 de mayo, aleja al PP de esa mayoría absoluta ya que le otorga el 26% de los votos y entre 17 y 18 escaños. El PSOE obtendría el 21,4% de los votos y entre 14 y 16 escaños. Vox alcanzaría entre 7 y 9 escaños y la alianza de izquierdas, entre 4 y 5 escaños. Cs, como todas las encuestas, desparecería del parlamento murciano.

La identidad nacional, clave

Fernando Jiménez Sánchez, catedrático de Ciencia Política y de la Administración Pública por la Universidad de Murcia (UMU), ha explicado a laSexta que el agua es "importante" de cara a las elecciones y, ahora mismo, "la situación de la Región es complicada". "En muchos cultivos, no hay agua para seguir trabajando y por esto habrá repercusiones". "Aquí la agricultura tiene importancia, sin embargo, no es el principal motor de la economía en Murcia... Más importante es la construcción", ha señalado el politólogo.

Por eso, para Jiménez Sánchez es relevante la agricultura en Murcia, pero no tanto como para decidir unas elecciones ya que en la Región tiene especial "importancia la identidad nacional". "Es la comunidad con la identidad más fuerte que ninguna otra" porque los murcianos se sienten "exclusivamente españoles". Al ser la escasez del agua algo que depende de la política nacional, para los murcianos se convierte en un tema "sensible" por su importancia y por su clave nacional. Por ejemplo, fue muy criticada la decisión del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero de derogar el plan hidrológico nacional aprobado por José María Aznar, donde se renunciaba a los trasvases y apostaba por las desaladoras.

De hecho, "el agua para el consumo humano está más que asegurada". La infraestructura de la Región está preparada para los casos de sequía, más que otras comunidades autónomas donde llueve más, asegura el catedrático. El problema radica en la agricultura, que pese a estar, destaca Jiménez Sánchez, los agricultores dispuestos a ceder y pagar más, lo que "les cabrea"es que no haya una orientación clara sobre qué hacer. De ahí, que los discursos de "partidos más extremistas", como es el caso de Vox, funcionen ya que usan mensajes más "simples". "Vox se beneficia del tema del agua, del Mar Menor, también del independentismo catalán".

"Tierra prometida" de Vox, pero no ahora

Murcia es la "tierra prometida" de Vox, tal como la han definido ellos mismos, ya que fue la única comunidad, junto a Ceuta, donde ganaron en votos en las generales de 2019. No obstante, el politólogo no cree que Vox triunfe en estas elecciones, de hecho, a ellos "les cuestan más" los comicios municipales y autonómicos. Además, en Murcia el partido se despellejó cuando la formación de extrema derecha se quedó sin grupo parlamentario en octubre de 2022. Se fueron al grupo mixto dos de los cuatro diputados que lo formaban y eso provocó su disolución.

Esto ocurrió después de un conflicto que empezó en 2020 cuando la dirección nacional expulsó de sus filas a tres de los cuatro diputados en Murcia, en medio de una trifulca interna por el control y uso de las subvenciones que corresponden a los grupos parlamentarios. El principal problema de esta formación es la falta de liderazgo, pero es algo buscado ya que el partido ultra "no quiere tener barones".

No le interesan tanto las elecciones municipales y autonómicas como las generales: "No quieren barones, no se esfuerzan por tener un programa electoral específico para cada región", ha detallado Jiménez. Así que lo lógico es que el PP Fernando López Miras roce la mayoría absoluta en estas elecciones o una mayoría suficiente, pero los partidos de la izquierda no van a poder gobernar porque no sumarán.

El nacionalismo hidráulico decide las elecciones

A Miras, añade el catedrático, no le pasan factura los errores en su gestión porque, por un lado, porque el PP murciano es "muy hábil escurriendo el bulto", evitan hablar de lo que no les es favorable. Asimismo, han jugado mucho con un término acuñado por Antonio Campillo, catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia, y es el "nacionalismo hidráulico". Esto surge después de una exitosa campaña del PP entre 2004 y 2012, cuyo lema era 'Agua para todos'. Este mensaje ha creado esta especie de nacionalismo hidráulico porque "es más la simbología" que lo es que el "problema", añade.

"Se dice que Murcia es conservadora, pero antes de 1995 era un feudo socialista. Y esto cambió tras la guerra civil interna en el partido. Esto ha castigado al PSOE toda la vida ya que desde 1995 no ha cambiado mucho", ha detallado el politólogo. No han tenido un líder sólido y el actual, José Vélez Fernández, es poco conocido pero fue escogido de "forma deliberada por la dirección nacional" porque buscaban alguien con carácter "huertano" (de la huerta). En 2019, los socialistas ganaron en votos al conseguir 211.259, un 32,43%, y 17 escaños. Resultado que alcanzaron con el candidato socialista Diego Conesa, pero tras la fallida moción de censura en 2021 fue desplazado. "Pagó por una estrategia cuando él no fue el cerebro de la operación", señala Jiménez Sánchez.

En cuanto a Cs, en su momento "fue un partido atractivo", sobre todo, en zonas urbanas, como por ejemplo el centro de Murcia, donde arrasó. Llamaba la atención de los murcianos el carácter "instrumentalista", así que en el momento en que quiso ser un sustituto del PP empleando una "estrategia equivocada" perdió el atractivo. "Ahora, sin nadie enfrente, el PP ganaría las elecciones, rozando la mayoría absoluta" y nada ni Mar Menor ni la imputación del expresidente murciano le pasarán factura.

El agua como "negocio"

Lo cierto es que el agua en Murcia no se toca, donde todos los partidos a nivel regional evitan entran en conflicto con los agricultores. Pero, ¿por qué? Julio Barea, el responsable de campaña de Greenpeace España ha señalado a laSexta que la gestión del agua en Murcia es una gestión "mafiosa" y un "negocio". Según Barea, quien "maneja el negocio" es SCRATS, Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segur, cuya sede, señala, se encuentra en frente de la Confederación Hidrográfica Segura. "Se quejan siempre de que no hay agua, cuando no es verdad", ha expresado.

"El trasvase se ha cargado al Mar Menor", ha explicado Barea, tal como se ha recogido en un informe publicado en 2021, donde Greenpeace revela que "el aporte de agua procedente del trasvase Tajo-Segura para regar el Campo de Cartagena ha sido el origen de la muerte de la laguna". "El exceso de agua, generado principalmente por el aporte de agua a través del trasvase Tajo-Segura, trajo consigo un desarrollo exponencial de la agricultura de regadío intensiva e industrial, basada en agrotóxicos, y su consiguiente contaminación de las aguas, que ha provocado la muerte de la mayor laguna salada de Europa", señalan desde la organización sin ánimo de lucro.

Pero esto, según Barea, no ha cesado y se está perpetuando. "Ellos no quieren democratizar el agua", ya que en la Cuenca del Segura no se permite realizar pozos domésticos -que solo gastan 7.000 litros cúbicos al año- y se "les obliga a enchufarse a la tubería" para pagar por el agua. A los pequeños agricultores les "expedientan por ello y les ahogan", mientras que a los "grandes terratenientes les dan vía libre para actuar". "Facilidades para los aguaterratenientes", todas.

Greenpeace calculó en 2006 que había 60.000 hectáreas de regadíos ilegales, pero estos no han parado de crecer. "Explotan el agua a lo loco", ha denunciado Barea, que lleva trabajando desde hace años, publicanos numerosos informes y estudios donde alertan de la grave situación que vive la Región.