Para quien no lo sepa, el 'Black Friday' (o viernes negro) es una tradición importada de Estados Unidos que se celebra al día siguiente de Acción de Gracias, que suele ser el cuarto jueves de Noviembre. Se caracteriza por las ofertas que hacen los comercios en este país, que suelen comenzar en la tarde del jueves para las compras online, y donde se puede ver colas enormes de clientes que esperan a la apertura de tiendas.
Aunque hay muchas teorías diferentes que tratan de explicar de dónde viene el nombre de ese día, lo que es verdad es que, presuntamente, es un día donde hay ofertas interesantes y la gente aprovecha para adelantar sus compras navideñas y ahorrar un poco de dinero para lo que se avecina: unas fechas de gastar, comer y volver a gastar. Aún ha sabiendas que después llega otra fecha señalada y coincida por todos: la cuesta de Enero.
¿Cuánto gastamos en comida en Navidad?
Cada hogar es un mundo, no cabe duda. Pero, quien más y quien menos, estas fechas le suponen un extra de gasto que cada año empieza antes. Ya no solo con el Black Friday. Es que después sigue el Ciber Monday, y una avalancha de ofertas y promociones para que adelantemos las compras.
Según la consultora Deloitte, este año se estima que cada hogar va a gastar unos 631 euros de media en Navidades, un 14% por encima del gasto de 2019, que fue de 554 €. Parece ser que la percepción económica de los españoles se debate entre prudente y optimista. Y, a pesar del alza de precios, un 46% de españoles se mostraba optimista frente a la mejora de su situación financiera en los próximos 3 años. De hecho, un 62% declaraba que gastará más en sus compras navideñas este año.
Pero ¿dónde se va este dinero? Parece ser que este año los viajes y el ocio y restauración son las grandes estrellas ya que aumentan en intención de gasto debido a las noticias sobre los altos índices de vacunación y la disminución de la incidencia de la COVID-19. También crece la categoría de los regalos, con un 1,3% de aumento de media, aunque el ritmo sea mucho más comedido.
Pero hay algo que no falla ningún año: el gasto en comida. Algo que supone un pellizco importante entre todos los costes de las Navidades. De hecho, después de los regalos, donde se estima una media de 240 euros, la comida es el segundo gasto en cantidad de dinero. Se estima unos 160 € extra a la cesta de la compra.
Subida del precio de los alimentos en Navidad
Los precios de algunos alimentos suben en Navidad. Eso lo sabemos todos. Pero parece que este año la comida será más cara que nunca. De hecho, este mes de Octubre ya hemos visto como algunos alimentos han subido su precio entre un 25 y un 30%. Y la mayor subida estaría por venir, según advierten desde el propio sector de la alimentación. Parece que el aumento del coste de la energía y el encarecimiento de las materias primas, sumado a los problemas en el transporte y suministro ya se están dejando notar en la cesta de la compra.
Ser previsor es una buena estrategia para intentar comprar a los mejores precios, sobre todo en algunos alimentos que llegan a doblar su precio según se acercan las vacaciones y fechas señaladas de Diciembre. Además, no solo por precio, si no también por calidad. En Navidades la demanda de algunos alimentos es tan alta que los productores no dan abasto y puede suceder que no se garantice la máxima calidad siempre, como puede pasar con los ahumados o los ibéricos.
En estas fechas hay que sacar el máximo partido al congelador, ya que es capaz de conservar mucho más tiempo los alimentos sin que pierdan un ápice de sabor. Eso sí, siempre que hagamos la congelación correctamente. Además, aprovechar las ofertas es otra gran estrategia. Comprar lo que vaya estando más barato, conservar, congelar, guardar y disfrutar en Navidades. ¿Qué podemos ir comprando?
Pescado
Salvo la merluza, que es verdad que la textura puede cambiar después de congelarla una vez que se ha comprado fresca, por norma general, todos los pescados se congelan muy bien y no sufren variaciones que podamos detectar en la boca. Atún, rape, besugo, lubina, rodaballo puede ser grandes ejemplos para comprar ahora y disfrutar en Navidades.
Para congelar, lo mejor es envolverlos en papel film bien sellado para que no se contamine con otros sabores, o si tenemos en casa una máquina de vacío, seguramente que el pescado “ni se entere” de que se ha comprado en Noviembre y no una semana (o unos días) antes de la cena de Nochebuena.
Marisco
Cualquiera de los que solemos comer en Navidades se puede congelar y comer en diciembre. Gambas, langostinos, cigalas, cangrejos, navajas, … De hecho, los expertos recomiendan comprarlos a primero de semana, cuando los pescados y mariscos suelen estar más baratos. De hecho, cuando congelemos, nos recomiendan que no lo golpeemos, les tratemos con cariño, y así no perderán cualidades.
¿Cómo es la mejor manera de congelarlos? Colocarlos en un tupper alargado, bien ordenado, y cubrirlos con agua mineral (nunca del grifo). Incluso hay gente que pone una rodaja de limón para que la cáscara no se ponga negra si hemos comprado el producto muy fresco. Aunque, si congelamos inmediatamente después de haberlo comprado no haría falta.
Importante: recordar que, tan importante es una buena congelación, como una buena descongelación. Siempre en la nevera, nunca a temperatura ambiente y, por supuesto, nunca al microondas, ya que éste los deshidrata y los jugos de los pescados y mariscos es donde está el sabor.
Carne
El otro gran protagonista de estas fechas. Podemos congelarlo sin problemas y disfrutarlo perfectamente si se descongela de forma adecuada. De hecho, es uno de los más interesantes de comprar con antelación ya que, de forma general, suele aumentar un 20% su precio en Navidades. Desde un solomillo a una paletilla de cordero o el pavo. Todo tiende a subir.
Además, para ahorrar un poco más de dinero, lo mejor es comprar las piezas enteras, como, por ejemplo, un solomillo entero, ya que el precio por kilo suele ser menor. Y si nos organizamos bien, y lo congelamos ya dividido en raciones, no tenemos por qué acabar tirando nada.
Ibéricos
El embutido patrio es otro gran protagonista de las mesas y los entremeses o entrantes en estas fechas. Y, por supuesto, su precio se dispara cada vez más según nos acercamos a Nochebuena. Además, no solo aumenta el precio, si no que se desploma la calidad. Los productores, ante una demanda tan alta, pueden verse obligados a sacar al mercado piezas que no estén bien curadas.
¿Cuál es la mejor manera de conservarlos? Al vacío. Merece la pena hacerse con una máquina de vacío casera, que suele rondar los 30 o 50 €, y conservar alimentos en ella. Además, podemos aprovechar a hacer raciones y no tener que tirar nada. Primero por ser sostenibles y responsables con el planeta. Y segundo, porque no están los precios como para tirar nada.