Qué cosas más extrañas nos depara el crimen. Verán:

- Hola abogado, que soy fulano, que estoy en Turquía de vacatas... que verás, que me ha llamado mengano para decidirme que ayer se pasó por el huertecito ese que tenemos, ya sabes, y que cuando entró se encontró a sutano, sí, ya sabes, el chaval que pillamos de vigilante, muerto, atado de pies y manos, con una bolsa de plástico en la cabeza y con más pinchazos que una morcilla.

- ¿Cómo? ¿Un muerto? ¿En tu finca? ¡Fulano, cógete del primer avión y vente para acá que tenemos que hablar con los Mossos! ¡Ya!

Y así lo hizo. A las 12 horas Fulano aterrizó Barcelona. Su abogado le esperaba a pie de pista.

- ¿Has sido tú?, le preguntó el letrado.

- No, abogado lo juro por lo más sagrado.

- ¿Ha sido mengano?

- No, tampoco, pongo la mano en el fuego por él.

- Llámalo. Dile que lo pasamos a recoger y que nos vamos zumbando a la comisaría.

Tres horas después, esto es, a primera hora de la tarde del sábado día 23 de octubre, el letrado, fulano, mengano y un amigo de éste, se personaron en la comisaría.

- Que verán que mis patrocinados tienen una plantación de marihuana en un terreno de Les Borges Blanques. Que tenían a un chaval de vigilante a quien aquí mengano encontró muerto ayer en medio de un charco de sangre allí en la plantación. Que se acojonó y que tras mi consejo aquí están para denunciarlo todo, dijo el abogado.

Efectivamente, los tres quedaron detenidos y mientras los policías les leían los derechos, un equipo de la científica se iba al terreno de fulano, en Les Borges Blanques, a verificar lo denunciado. Todo era como había descrito mengano. Todo: sangre por doquier, una plantación de marihuana recién recolectada y la apariencia de que allí había habido una verdadera carnicería. Estaba todo menos del cadáver de sutano.

Los Mossos en primera instancia creyeron que el crimen era cosa de los tres denunciantes. Al fin y al cabo se trataba de tres narcos y ya se sabe que se empieza con la droga y se acaba a tiro limpio. Pero no. El juez les tomó declaración y les dejó libres por lo del asesinato. El caso está ahora bajo secreto pero por lo que ha trascendido se impone la teoría de que una banda rival asaltó la plantación de fulano yse encontró con sutano, el vigilante, éste les reconoció y ellos, lo mataron con macabro ritual. Un "vuelco" con resultado de muerte. Uno más.

La pregunta es, dando por buena la versión de mengano: ¿por qué los asesinos tardaron un día en llevarse el cadáver de allí?