Si Cuca Gamarra se levanta a aplaudirte de manera efusiva para escenificar un apoyo cerrado empezaría a buscar notario para hacer testamento. Pablo Casado todavía no se ha conseguido quitar todos los puñales de la última vez que recibió una ovación de la claque de ese porte. La falta de liderazgo de Feijóo en su propio partido es una debilidad que erosiona su imagen hasta hacerse insoportable. Lo peor que le puede pasar a un político es transmitir que no manda ni entre los suyos. Es cierto que con quien más muestra su temor a que le destrocen los plumillas a sueldo de la corte es con la sionista mesetaria, pero es que ni siquiera tuvo el coraje para hacer que Carlos Mazón acabe desterrado de su partido después de estar de jornada gloriosa en un restaurante mientras 229 valencianos morían ahogados. Por no poder ni siquiera logró que se cargaran al que estaba comiendo en Santander mientras Castilla y León ardía.
El líder simbólico del PP en Génova no deja de ser un criado de los intereses económicos y mediáticos de Madrid que son hoplitas al dictado de MAR. Está donde está de manera subrogada para ejercer de puente entre Pablo Casado y Lady Quirón. Tendría que saberlo, de hecho creo que lo sabe y por eso su proceder es tan errático y timorato, porque está pendiente de lo que digan de él los locutores y primeras de los medios impresos. Es conocido que nada más llegar a Madrid desde Galicia rogó a los directores de algunos medios de comunicación conservadores que le dieran algo de margen y tregua porque no entendía que fueran tan duros con él en contraposición a Ayuso. Se creía que iba a controlar la prensa como en su tierra y aquí, caballerete, la controla el dinero de la Comunidad de Madrid.
Su relación con VOX y la falta de proyecto político más allá de ubicarse de manera irracional en contra de cualquier cosa que diga Pedro Sánchez no facilita que los poderes fácticos de la derecha vean en su liderazgo una apuesta sin riesgo. Todos son conscientes, los que lo dicen y los que no, de que no existe confianza plena en que el día que se abran las urnas no vuelva a hacer una campaña desastrosa que movilice a esa izquierda en proceso de desengaño y en la abstención al ver en riesgo los derechos sociales adquiridos. Las últimas encuestas poniendo en cuestión que pueda mantener el primer puesto es una hostia terrible a la confianza que transmite.
La política simbólica en ocasiones es cristalina. Si en un momento en el que el acoso judicial a la familia del presidente del Gobierno y con unas alianzas tremendamente frágiles, sin ser capaz de sacar unos presupuestos en toda la legislatura, es capaz de desviar el foco hacia la falta de poder interno de Feijóo con una simple frase y una risa, es que el problema es estructural. Ya se ha hecho sistémico. Con todos los problemas que tiene el gobierno y una simple frase tiene la capacidad para girar el foco hacia la debilidad de Alberto Núñez Feijóo. Ánimo, Alberto. Y el rictus de Feijóo cambia sin ser capaz de sostener la ira. Los memes inundan su ego y lo acaban quebrando.
Esa debilidad huele a sangre fresca en una piscina llena de tiburones. Y el más voraz no está en sus adversarios ideológicos de la izquierda, sino en los internos, en aquellos que tienen capacidad de dar un golpe palaciego y tumbar al secretario general del partido. Jose Luís Martinez Almeida, que se cree muy listo pero es uno de los políticamente más torpes del PP de Madrid, cometió un tremendo cagancho para dar vía libre al debate restrictivo del aborto teniendo mayoría absoluta. Su recogida de cable, por romántica y divertida que sea para los que no soportamos al personaje, deja entrever que hay alguien en Sol que disfruta viendo humillarse al alcalde. Después de verle arrastrándose echando marcha atrás, la que obliga a que se arrastre haciendo ver que el aborto es un tema cerrado, coge esa bandera y deja al alcalde apaleado para seguir limando el liderazgo de Feijóo. Alberto, te hago spoiler. Va a seguir serrándote la pata de la silla. No se ha terminado el tema del aborto para Ayuso, si es consciente de que te jode, más lo va a hacer.
En Génova no lo saben, pero la carta sobre el aborto que intenta hacer creer que va dirigida a Pedro Sánchez es una muestra de debilidad de tal calibre que Miguel Ángel Rodríguez la va a enmarcar para clavarla en el ataúd de Feijóo cuando consideren que es el momento de darle la puntilla. Si sacas la pistola es para usarla, si no, es de parguelas, y en Sol no hacen prisioneros. Van a seguir tirando de la cuerda sabiendo que Feijóo es un cobarde que manda cartas a Ayuso sin atreverse a mencionarla como si fuera Gila buscando al asesino. Si enseñas tu punto débil y ni siquiera te atreves a ejercer tu poder con los que están moviéndote la silla lo van a aprovechar para seguir destrozándote. Feijóo tiene miedo a Ayuso y su Brunete mediática. Se le nota, y eso será su muerte. Tiene una sola bala y se le está oxidando antes de tener que dispararla.
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