En España, entre el 20 y 25% de la población es alérgica. Pero en 2050 y según las estimaciones publicadas, el 50% la población será alérgica o tendrá síntomas de alergia. Aunque nunca en su vida lo haya sido. Aunque nunca en la vida haya tenido ni un sólo estornudo ni un picor o enrojecimiento de ojos por culpa de la alergia. La alergia al polen es la más común en España, con más de 8 millones de personas.

En estos últimos años, "hay cada vez más personas con alergias: bien con síntomas mucho más intensos o personas nuevas que debutan con alergia, tal como explicaba a laSexta.com hace justo un año el Dr. Ángel Moral, alergólogo de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Y es que la falta de lluvia, la contaminación y en general, el cambio climático tiene mucho que ver.

Igualmente y según explicaba este mismo lunes en Más Vale Tarde, el Dr. Joaquín Sastre, jefe del Servicio de Alergia de la Fundación Jiménez Díaz, "lo que ha pasado este año es que se ha adelantado la primavera y la polinización, sobre todo, de las gramíneas y el olivo (ha habido unos niveles muy altos a pesar de la sequía; lo que explica por qué algunas personas, sensibles al olivo, otros años tenían menos síntomas que este año".

Tanto es así que los servicios de urgencias han detectado, en los meses de abril y mayo, un aumento llamativo de pacientes alérgicos pero también de aquellos que debutan con la enfermedad, y que acuden a urgencias por primera vez con síntomas que nunca habían tenido, incluso crisis asmáticas en distinto grado.

El 2023, el peor año en alergias

"El 2023 está siendo el peor año de lo que va de siglo. Desde el punto de vista del estrés hídrico, la falta de lluvia y la polinización exagerada debido al aumento de temperaturas, caldo de cultivo para las alergias", tal como explica a Efe el Dr. Juan José Zapata, presidente del comité de aerobiología clínica de la SEAIC.

También corrobora este aumento significativo de las alergias el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Pascual Piñera, en las que el perfil del debutante es el de un paciente de edad media, entre 25 a 50 años, que presenta síntomas como dificultad respiratoria y asma bronquial, ya que cuando la sintomatología se limita a rinorrea y congestión nasal acuden a Atención Primaria.

En este crecimiento de los casos de alergia, asegura este experto, influyen aspectos como: la predisposición genética, la contaminación y el entorno, que los niños estén más tiempo dentro de los hogares y que tengan pocos hermanos. También, el que haya menos enfermedades infecciosas hace que el sistema inmunológico sea más sensible a cosas que se deberían tolerar como el polen o los ácaros.

"Es frecuente encontrar pacientes que inician de niños una 'marcha alérgica' que comienza cuando tienen pocos meses de vida y sensibilidad especial a algún alimento (como la leche), para desarrollar a posteriori dermatitis atópica y empezar, al poco tiempo, con procesos bronquiales y crisis de asma", explica el experto, añadiendo que "en los genes está escrita la posibilidad de ser alérgicos, unos lo desarrollan de manera rápida y otros remontan esa marcha alérgica y la enfermedad aparece en cualquier momento de la vida". Es por ello que "por primera vez está viendo en consulta pacientes de 70 y 80 años que debutan con procesos alérgicos, algo que antes parecía imposible".

Una de las cosas más importantes que debemos saber es lo que "con un buen diagnóstico y un buen seguimiento, la enfermedad se puede controlar y conseguir que un alérgico tenga calidad de vida, incluso en primavera", asegura el experto. Y sobre todo, "no banalizar la enfermedad", concluye.

Y advierte de que nadie sabe qué va pasar en los próximos meses "ya que no sería raro una segunda polinización, de la gramínea por ejemplo" con otro pico de casos y una oleada de nuevos