En el salón del piso de Rouco Varela se puede observar una chimenea con leñera de mármol y el suelo de madera de la India. Suites con baños, maderas exóticas por todo el piso y un espectacular vestidor para el religioso.

Una imagen que contrasta con la vivienda de la familia de su sobrina en Tenerife. Humedades y moho en las paredes, colchones por el suelo.

Magdalena Rouco vive con su madre, su marido y tres hijos de 4, 12 y 14 años. Los niños duermen juntos en la cama, los cinco comparten habitación y la abuela duerme en el sillón del salón.

Cuentan con solo una pensión de 430 euros de la madre y de la caridad. 30 euros al mes de Cáritas para comida. Según cuentan en Interviú han pedido ayuda al religioso pero se la han negado.

Desde el episcopado justificaron los gastos de la nueva casa de Rouco porque hay que ofrecerle un lugar adecuado y digno.