La historia de Ben Ford podría ser la de un niño adoptado más que solo quiere conocer a su madre biológica. Sin embargo, el reencuentro con la mujer que le dio la vida no ha sido el habitual entre madre e hijo: ambos se han enamorado y planean casarse y tener hijos juntos.

Kim West decidió dar a su hijo, de apenas una semana de vida, en adopción cuando tan solo tenía 19 años. Ben, que creció junto a una familia adoptiva en el estado de Michigan, al igual que la mayoría de niños adoptados empezó a sentir curiosidad por su origen y emprendió la búsqueda de sus padres biológicos.

Cuando Ben logró contactar con su madre biológica, Kim West, los sentimientos no fueron los naturales entre madre e hijo. Y es que, según los protagonistas de la historia en declaraciones para el diario 'The New Day', ambos sintieron "una gran atracción sexual".

Ben y Kim tuvieron varias citas e incluso hicieron el amor, lo que llevó al joven Ben a romper con su mujer, argumentando: "Cada vez que tengo sexo contigo desde que la conozco, me imagino que es ella la que me está besando, sino no puedo hacerlo".

La historia de Ben y Kim no es un caso aislado y es que este fenómeno tiene 'nombre y apellidos' científicos: atracción sexual genética. La pareja, que planea casarse y tener hijos, está pensando en trasladarse a otro estado, ya que en Michigan el incesto es ilegal.