Durante 15 días, Karim y sus compañeros llegaban al campo en Pozohon, en Albacete, para cruzarse de brazos: "No quieren que trabajemos". No les dejaban trabajar desde que denunciaron la explotación laboral que sufrían. "Trabajamos mínimo 15 o 16 horas por día y trabajamos fuerte", asegura Mustafa, uno de los jornaleros. "Te ponen ocho camiones y no te dejan almorzar hasta que los terminas", cuenta Karim.

Por convenio deberían estar ocho horas y ganar 53 euros al día, pero ellos iban a destajo. "El trabajo a destajo está prohibido en España, entonces, lo que les hacen es que les dan a dos céntimos la pieza de lechuga. Están en semiesclavitud", explica Javier González, miembro de CCOO de Albacete. Viajaban de Murcia a Albacete todos los días para cumplir el contrato, como asegura Mustafa: "Nos levantamos todos los días a las tres para salir de Murcia a las cuatro".

"Si no vienes tres días te echan, es lo que hay. Tenemos que venir y aguantar", cuenta Karim. Trabajaban para la empresa Lucas contratados por un intermediario. "Vinieron a Comisiones Obreras a quejarse y nosotros hemos puesto las denuncias convenientes", recuerda Julio Moreno, miembro de CCOO de Albacete.

Las presiones han traído un acuerdo. "Los trabajadores pasan a ser contratados directamente por el grupo Lucas y se pagarán todas las cantidades que hubiesen pendientes de pago por parte de la empresa intermediaria ", explica Javier Fernández, abogado del grupo Lucas. Los jornaleros volverán al campo para trabajar dignamente.