Marta López estaba embarazada de 38 semanas cuando perdió a su hija debido una hemorragia que terminó con una histerectomía. Desde entonces su única opción es un vientre de alquiler, pero no tiene suficiente dinero.

Un grupo de familiares y otras parejas en su misma situación han comenzado a promover una iniciativa legislativa popular con el objetivo de legalizar la maternidad subrogada.

Para las parejas homosexuales también es una necesidad. En febrero de 2010 Antonio Vila-Coro, miembro de la Plataforma ‘Son Nuestros Hijos’, viajó a California para ver nacer a su hija, registrarla en España les llevó dos años. “La regularización de la gestación subrogada en España abriría esta técnica a mucha gente que no tiene la capacidad de gestar y que querría tener hijos pero que ahora económicamente no se lo puede permitir”, ya que para ello hacen falta unos 120.000 euros y viajar 10.000 Km.

Ante la posibilidad de legalizar esta práctica, la Iglesia ya se ha pronunciado. Juan Antonio Martínez Camino, secretario general de la Conferencia Episcopal, ha señalado que “producir seres humanos es injusto, porque los seres humano no son cosas que se producen ni reses que se reproducen”.