Han empapelado un edificio del barrio madrileño de Lavapiés y lo han convertido en un símbolo contra la especulación inmobiliaria. "¿Dónde me voy; a un albergue como quieren llevarme?, asegura una vecina.

Muchos vecinos denuncian que una empresa les quiere fuera para reformar el edificio y alquilarlo mucho más caro.

"369 euros es lo que yo gano, no tengo dónde irme"; Teresa lleva 20 años viviendo en un piso lleno de humedades que no le solucionan. Dice que así intentan forzar que se marche.

No es la única que se siente presionada: un dice que los propietarios hacen la vista gorda con los ruidos que genera el bar de abajo: "Nos hacen la vida imposible".

Los hay que se han rendido y la empresa ha tapiado sus puertas con ladrillo. "Se han tenido que ir la mujer a casa de su hija con 19 metros y están durmiendo en el suelo", afirma una vecina.

Los únicos que se libran, de momento, son los vecinos con contratos de renta antigua. Aunque no descartan que les echen a través de alguna triquiñuela legal. "Soy viejo, pero no gilipollas", asegura un vecino.

La empresa propietaria del edificio no da explicaciones. Los vecinos dicen que su intención es venderlo a un fondo buitre.