A las 8.15 de la tarde del sábado un grupo de manifestantes se dirigía hacia el Paseo del Prado después de que la Policía impidiera la manifestación. La Policía les persigue junto a ellos un grupo de periodistas y reporteros gráficos. Y la tensión se dispara: un manifestante forcejea con uno de los antidisturbios mientras que otro agente le grita y sale corriendo tras él.

Los reporteros corren detrás para grabar lo que está ocurriendo y, según los periodistas, los agentes tiran a uno de los reporteros al suelo sin dejarle levantarse. Cuando otro compañero intenta ayudarle, la Policía responde con golpes. En la confusión del momento, hasta un antidisturbios golpea por error a otro de los agentes.

“Yo reconozco a Gabriel en el suelo y cuando voy a ayudarle noto un porrazo en el codo. Según me levantó otro policía me da otro. Y luego me dan uno en el cuello, que es mucho más grave” cuenta Mario Munera, uno de los periodistas agredidos.

Cuando el periodista que permanece en el suelo consigue levantarse, solloza de dolor. Todos aseguran que iban perfectamente identificados como prensa, por eso no entienden el ataque de la policía. Los altercados acabaron con un joven detenido y con ocho personas heridas.