Los que sufrieron una investidura fallida insisten en que Rajoy debe pasar el trago con apoyos o sin ellos. “Tiene que ir a la sesión de investidura, tiene que presentar un programa y tiene que someterse a la votación”, explica María González Veracruz, diputada del PSOE.

Para argumentarlo se agarran a la Constitución. “En función y en cumplimiento del artículo 99.2 tiene que presentarse, no puede dar una espantada en diferido”, explica Antonio Hernando.

El que fue socio del PSOE, Ciudadanos, también cree que aquí que no valen medias tintas. “No caben las aceptaciones condicionadas”, apunta Villegas.

Añaden que Rajoy debe echarle ganas. “Necesitamos a políticos y a presidentes que sepan hacer cosas aunque no sean fáciles y me parece muy preocupante decirle que sí al rey y dar largas”, explica Arrimadas.

Desde Izquierda Unida, Alberto Garzón también critica la jugada de Rajoy: “Rajoy mantiene la partida de póker, está deteriorando las instituciones”.

Pero el PP, en cambio, encuentra justificación para ir a la investidura solo si se va a ganar. “Hay que tener respeto al Congreso, al jefe del Estado y a la Constitución”, explica Pablo Casado.

Añaden que harán cualquier cosa para conseguir los apoyos. “Hay que dejarse retorcer el brazo, políticamente, no hay líneas rojas”, explica Maroto.Pero a la vez, aumentan la presión sobre el resto metiendo al Rey en medio. “Si le dicen que no a Rajoy le dicen que no al rey”, apunta Fernando Martínez-Maíllo. Algo que no entendieron así en la investidura de Sánchez.