Este Barcelona no entiende de rachas. No entiende de maldiciones. No entiende otra cosa que no sea ganar. Ganar y ganar. Y volver a ganar. Sea donde sea. Y sea como sea. Todo pasa por ganar. En Anoeta demostraron que solo entienden eso, a pesar de que rival y escenario invitaban al pesimismo. A pesar del optimismo de Atlético y Valencia, y Real Madrid, viendo el 2-0 con el que la Real Sociedad se puso a la media hora. Con lluvia, los de Valverde firmaron una épica remontada que les hacen ser indiscutibles líderes tras una primera vuelta impoluta.

Tras una hoja de servicios durante 19 encuentros en la que hay un número redondo en su casillero de derrotas: cero. En esta ocasión, sufrieron. Sufrieron como estaba escrito que iban a sufrir. La Real Sociedad, motivada por el rival y por la racha liguera que tenían ante el Barcelona, salió con seguridad en sus acciones a pesar de la irregularidad que están mostrando este curso.

Todo se les pudo de cara, con un gol de Willian José de cabeza ante el que nada pudo hacer Ter Stegen. Con el Barça descolocado, y un mediocampo que no se imponía ni en físico ni en calidad, los donostiarras pudieron celebrar el segundo si el trencilla hubiera dado validez a un nuevo tanto del punta 'txuri urdin', anulado por una inexistente falta previa. Sin embargo, sí lograrían duplicar su ventaja más adelante.

Fue con un disparo de Juanmi, que rebotó en Jordi Alba antes de entrar. Ahí sonrieron hasta los madridistas, que veían cómo la distancia, de ganar al Leganés, podía reducirse a 'solo' 13 puntos. También lo hicieron los del Atlético, que se colocaban a 6, y los del Valencia, a 8. Pero al final, cuando el árbitro hizo sonar tres veces su silbato, quien sonrió fue el de siempre.

Sí, sonrió el Barcelona. Sonrieron los Piqué, Messi, Suárez, Paulinho... y sonrió un Valverde que en su primer curso en el banquillo culé está viviendo feliz y contento. Paulinho, antes del descanso, acortó distancias. Y Lus Suárez, con un golazo espectacular, hizo el empate en cuanto se reanudó el envite. Ya parecía más cerca el tercero del Barça que el de la Real, y al final llegó lo que tenía que llegar.

Rulli falló, envió el cuero a un jugador del Barça. Con la defensa en plena salida, Luis Suárez se plantó solo ante el arquero argentino y tan solo tuvo que definir. Un par de toques, nada más, fue lo que necesitó el cuadro de Valverde para darle la vuelta al marcador.

Lo siguiente fue Messi. No hay forma de definir lo que Messi hace. Messi marca. Messi juega. Messi asiste. Messi hace de todo, y todo lo que hace lo hace bien. Lo hace cada vez mejor. Balón parado, el 10 al disparo. Lejos, muy lejos. Pero para lo que para muchos es un imposible, un remate a la barrera, un tiro que se va alto, para el chaval es un disparo que fue como por raíles a la red. Golazo. Sin más.

Así pues, el Barcelona acaba la primera vuelta con 51 puntos. Con 16 victorias y tres empates. Con 52 goles a favor y 9 en contra. Con unos guarismos ante los que solo el Atlético, en cuanto a tantos encajados, puede competir. Los culés afrontan con una ventaja enorme sobre sus rivales la segunda vuelta. Y con el Real Madrid, con el vigente campeón, a 19 puntos.