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MUCHO MÁS QUE VISTAS

7 miradores que no puedes dejar de visitar en España

Son mucho más que unos lugares desde los que lograr grandes vistas. Por ellos mismos resultan una visita del todo imprescindible en las ciudades donde se encuentran, miradores que tienen mucho historia y mucho que ofrecer a los que se acercan hasta ellos.

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Vamos a hacer una visita por miradores emblemáticos que se distribuyen a lo largo de la Península. En algunos casos son estructuras de reciente creación, en otros son atalayas muy antiguas que cumplían con la finalidad de observar en la distancia para prevenir los ataques de invasores, la llegada de barcos que anunciaban productos para el comercio o bien señalizar a estos mismos barcos los peligros que les acechaban en los acantilados de las abruptas costas.

En la actualidad su función es mostrarnos las maravillas del paisaje que puede contemplarse desde sus privilegiadas alturas. Hemos elegido siete de ellos como una pequeña muestra.

Torre Tavira (Cádiz)

1. Torre Tavira (Cádiz). Cádiz está repleta de torres miradores, en concreto tiene 129 repartidas por la ciudad.  La existencia de estas torres vigía dan idea de las relaciones comerciales y la  prosperidad de la que disfrutó la ciudad en el siglo XVIII. La Torre Tavira es la más alta de la ciudad, se eleva 45 metros sobre el nivel del mar, y está en pleno casco antiguo. Es un lugar excelente para contemplar la ‘Tacita de Plata’ y hacernos una idea de su planificación urbanística. Merece la pena la subida a la Cámara Oscura que posee en el último de sus pisos. La cámara proyecta sobre una mesa una imagen de lo que está teniendo lugar en ese momento en el exterior -son imágenes reales y en movimiento- y se produce un efecto óptico que hace que los objetos situados a mucha distancia parezca que están cerca. El precio de la subida a la torre es de 6 € y hay tarifa reducida de 5 €.

Torre de Collserola (Barcelona)

2. Torre de Collserola (Barcelona). Es una torre diseñada por Norman Foster en 1989 que se encuentra muy cerca del Tibidabo y es desde donde se realizan la mayor parte de las transmisiones de telecomunicaciones. También se utiliza como centro de eventos y como mirador, dado que su altura supera los 288 metros y tiene unas vistas prodigiosas sobre la Ciudad Condal, y si las condiciones atmosféricas son buenas se pueden ver los Pirineos. El mirador se sitúa en la planta décima de las trece que posee y su altura sobre el nivel del mar es de 560 metros.

Mirador del Río, en Lanzarote

3. Mirador del Río (Lanzarote). El Mirador del Río es una creación del gran César Marnrique, y se encuentra situado en el risco de Famara a 474 metros de altitud. Tiene la peculiaridad de que es prácticamente imperceptible desde el exterior, mimetizándose con el paisaje gracias a la piel de piedra que lo recubre. Se asciende por un pasillo serpenteante y se llega a dos espacios abovedados y acristalados conocidos como los ojos del Mirador. Desde aquí se pueden contemplar unas vistas espectaculares de Lanzarote: el Parque Natural del Archipiélago Chinijo y el Risco de Famara. El precio para los adultos es de 4,5 € y los niños de siete a doce años pagarán 2,25 €.

Vistas desde el Miguelete, el campanario de la Catedral de Valencia

4. Campanario de la Catedral de Valencia. Desde la torre del campanario de la Catedral de Valencia se tiene una espectacular vista de la ciudad de Valencia. Esta torre se conoce como El Miguelete y debe su nombre a la gran campana que da las horas, dedicada a San Miguel. Tiene una altura de 50 metros y es de estilo gótico, y fue construida entre los años 1380 y 1429. Merece la pena acceder a este monumento emblemático y escuchar el sonido de las campanas mientras se contempla la ciudad. El precio de la visita es de 2 € para adultos y 1,5 € para niños.

Vista de Toledo desde el Mirador del Valle

5. Mirador del Valle (Toledo). Las mejores vistas sobre Toledo se disfrutan desde la balconada-mirador de la ermita de la Virgen del Valle, del siglo XVII. Desde este mirador se pueden contemplar la Catedral, el Alcázar, las torres de los Jesuitas, el barrio judío, el río y la Academia Militar de Infantería.

Mirador de la Providencia (Gijón)

6. Mirador de la Providencia (Gijón). Se encuentra situado a continuación de la Playa de San Lorenzo. Siguiendo una senda que bordea el mar se llega a la zona de la Providencia (un barrio de Gijón lleno de chalets, casas de aldea y verdes praderas), en cuyo parque se asienta este mirador, en unos terrenos que el Ayuntamiento de Gijón compró al Ministerio de Defensa. Es una estructura de hormigón que se eleva nueve metros y simula la silueta de la proa de un barco mirando hacia el Noroeste. Desde él se puede contemplar la costa gijonesa, la Isla de la Tortuga y la Campa de Torres. Unas vistas espectaculares que no tienen precio.

Torre coruñesa de Hércules

7. Torre de Hércules (La Coruña). Es el único faro romano que desde sus orígenes ha cumplido con su primitiva función: hacer de guía a los barcos para no chocar contra las escarpadas costas. Fue construido en la segunda mitad del siglo I y tiene una altura de 55 metros. Construido en una zona de gran valor paisajístico sobre acantilados abruptos donde el mar rompe con violencia. Desde esta atalaya se domina la zona costera y se pueden divisar el cabo San Adrián, el cabo Prior, las islas Sisargas, las islas de O Portiño y las entradas a las rías de Betanzos y de Ferrol. Es un lugar privilegiado para la contemplación de aves como los cormoranes, las gaviotas o las arcas. Tiene una tarifa general de visita de 3 €.

Mares, llanuras, pueblos enteros que se pueden divisar a vista de pájaro, desde las alturas de alguno de estos espectaculares miradores. El esfuerzo de la subida merece la pena.

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