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Europa

Ship in the ice, despertar en medio de la nada

Un barco en medio del hielo del fiordo de Tempel, en la isla noruega de Spitsbergen

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Noruega, al tener una costa tan escarpada, esconde miles de secretos entre fiordos y montañas. Es un país con una naturaleza desbordante, hasta el punto de dejar con la boca a abierta a todos aquellos amantes del aire puro, los lagos infinitos y los paisajes con el mar abierto de fondo. La isla de Spitsbergen, situada en el archipiélago de las Svalbard es única por muchos motivos, y la naturaleza –por supuesto- es uno de ellos. En un entorno en el que no se ve nada mires en la dirección que mires, donde el único punto de referencia para saber dónde se encuentra el norte y el sur es el sol, existe un alojamiento de lo más singular que está pensado para los viajeros más intrépidos, ya sean estos un grupo de amigos con ganas de encontrar aventuras, una pareja con ansia de descubrir el mundo o una familia en la que todos sus miembros disfruten con las actividades al aire libre. Para todos ellos, y alguno más que quiera experimentar sensaciones inolvidables es Ship in the ice. Su nombre lo dice todo y lo define a la perfección porque, hablando claro y sin más dilación, este alojamiento es un barco que parece haberse quedado encallado en el hielo. Si esta situación ocurriera de verdad y los pasajeros del barco tuvieran que quedarse a dormir a bordo, seguramente no tendría tanta gracia, pero lo curioso de este peculiar hotel es que está enclavado en el hielo de forma permanente. Está en el espectacular fiordo de Tempel y es un barco con casi cien años de antigüedad que ha sido reformado de tal forma que puede alojar en su interior a decenas de personas repartidas en sus diez cabinas con un total de 20 camas. El ambiente es muy agradable en su interior y también confortable. Pero, más allá de la experiencia de dormir en un barco histórico, están las impresionantes vistas mires hacia donde mires. Incluso al admirar el paisaje uno puede pensar durante unos instantes que está navegando, aunque lo cierto es que el barco no se mueve. Por la noche llega el momento de divisar auroras boreales, con paciencia y muchas ganas. Porque este es un punto idóneo para verlas y contemplar el espectacular paisaje que crean, en tonos verdes y azulados. Desde el hotel se pueden concertar excursiones para recorrer la zona con motos de nieve, para las cuales el propio alojamiento presta ropa de abrigo. También paseos en trineos tirados por perros y otras actividades propias de Noruega. El hotel se encuentra dentro del Basecamp Explorer Spitsbergen y además de tener dos espacios comunes en los que se pueden consultar libros del ártico y literatura polar, posee un encanto que no se encuentra en cualquier otro alojamiento. El hotel está disponible, dependiendo del estado del hielo, más o menos desde mediados de febrero hasta mediados de mayo y a él se llega con trineos o motos. Por lo que esta Navidad puede ser el regalo perfecto para hacer un viaje toda la familia.

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