TecnoXplora» Internet» Ciudad con ley

SE SIGUEN PRODUCIENDO ESTE TIPO DE ESTAFAS

Ahórrate disgustos con estos consejos para prevenir el timo del secuestro de familiares

Es un timo antiguo, muy común en países sudamericanos como Chile, Brasil, Perú o México donde se producen secuestros reales, no así en España (afortunadamente). Todo negocio criminal se expande hacia los lugares donde puede obtener credibilidad y beneficios. Esta última semana he recibido llamadas de personas preocupadas. Han vuelto a la carga: ¿Quién hay detrás de esta estafa?

Timo del secuestro virtual

Timo del secuestro virtual@sbarrera0

Publicidad

“Hola, buenas tardes, le llamamos de una compañía telefónica y estamos haciendo una encuesta. ¿Qué compañía de teléfono tiene usted? ¿Está contenta? ¿Cada cuánto tiempo usa el móvil? ¿Qué aplicaciones utiliza? (…) bla, bla, - Verá, es que estamos haciendo encuestas para sortear móviles para sus hijos-. Ahora viene la pregunta clave: ¿Le compraría un móvil a su hijo? ¿Cuántos hijos tiene? Dos- contestas- y le dices que van al colegio y que tienen 5 y 7 años.

De repente algo hace cortocircuito en tu cabeza (o ni te percatas) y te das cuenta que le estás dando datos personales por teléfono a un desconocido. La pregunta inquietante de cuántos hijos tienes y de qué edad te ha resultado extraña (es que…). Aún así, no le das importancia. No obstante, si les devuelves la llamada, no tendrás forma de contactar con ellos. Bloquearán tu número de teléfono para que cuando llames no puedas obtener ningún tipo de información.

Al cabo de un tiempo, semanas o meses, suficiente para que se te haya olvidado aquel extraño suceso, recibes un mensaje por WhatsApp: “TENEMOS A SUS HIJOS SECUESTRADOS. SI USTED QUIERE QUE LOS LIBEREMOS, DEBE HACER UN PAGO COMO LE INDICAMOS. EN CASO CONTRARIO, MORIRÁN”.

Ejemplos del timo del secuestro en redes sociales
Ejemplos del timo del secuestro en redes sociales | @sbarrera0

Otros, son más agresivos y llaman a su víctima directamente. Podrás oír algún lloro grabado o simulado y te dirán que si no sigues unas directrices para efectuar el pago inmediatamente, por Western Union, matarán a tu familiar.

Vamos a rebobinar: Has hecho varias cosas mal

Primero. Dar tus datos a un perfecto desconocido por teléfono. Les dices a tus hijos que no se vayan con desconocidos y tú haces lo mismo. Ni tienes que dar explicaciones y, ni tan siquiera, ser cordial. Cuelga la llamada y añade el teléfono a la lista de rechazo automático.

Segundo. Creerte todo lo que te llega por WhatsApp. En este caso, ni se trata de un bulo ni del mal llamado “secuestro virtual”, sino de una estafa. En este “secuestro virtual” no existe persona secuestrada, es decir, el objeto del delito. El “secuestro virtual” sería el que se produce a través de la red, en este caso, hasta ahora solo posible con los datos de un terminal informático, como es el virus que cifra nuestros archivos a cambio de un rescate, el ransomware (o hasta que alguien pueda sacar la mano a través de la pantalla y cogerte del cuello). Solo te están intentando estafar con la excusa de un supuesto secuestro físico, con la exigencia del rescate por mensajería instantánea o por teléfono. Este timo se empezó a escuchar desde hace años.

Startup criminal

Detrás de esta llamada y posterior cobro hay verdaderas bandas organizadas cuyos roles están perfectamente definidos para conseguir el objetivo que buscan.

Nada más empezar la conversación, aunque no te des cuenta, no te llaman por tu nombre. Es muy posible que ni quisiera tengan tus datos y si los tienen, te los irán preguntando para que te confíes. Son estrategias comerciales de venta.

Llevan un guión preestablecido del que no se pueden salir ya que cada pregunta o posible respuesta tiene que estar ensayada para llegar a obtener la información que desean y no levantar tus sospechas.

Las personas que te llaman lo hacen desde el extranjero pero hablan en español, con acento latino. Son teleoperadores contratados a comisión que te llaman desde una oficina (por eso oirás ruido de fondo). Es muy posible que los agentes que te llaman no sepan las verdaderas intenciones de la organización. Piensan que forman parte de una empresa de marketing telefónico legítimo.

Han sido aleccionados o formados durante uno o dos días para un objetivo: conseguir saber si tienes hijos y de qué edad (o familiares de tu entorno y sus rutinas), para centrar a sus víctimas y pasar esa información a quienes, a posteriori, serán los encargados de mandarte el mensaje, llamar y negociar contigo el pago (esos sí saben lo que están haciendo). Los teleoperadores pensarán que el objetivo de los que reciben la información es vender terminales a esos padres. La banda organizada no les da pistas por si son delatados o meten la pata, sería muy peligroso para ellos.

¿De dónde obtienen los números de teléfono?

De varias formas: O bien buscan nuestros números de teléfono filtrados, procedentes de algún ataque a alguna empresa; de forma indiscriminada, por los datos públicos que vamos dejando en la Red, incluidas las redes sociales como Facebook donde proporcionamos mucha información personal sobre familiares. O bien, insiders (empleados desleales) que trabajan en empresas que gestionan datos personales o en compañías de teléfono que venden esa información a cambio de una remuneración.

Otros, añaden los números de teléfono a sus propios terminales y comprueban que sus objetivos tienen fotos de menores puestos como foto de perfil en WhatsApp, incluso hacen búsquedas en Facebook. Por eso, a veces el que te llamen no es una casualidad, piensa si has publicado fotos de tus hijos en WhatsApp, solo tienen que añadir tu número para ver tu perfil y estado.

Luego hay personas que se encargan de gestionar los cobros mediante sistemas de pago anónimos o a nombre de personas, mulas o identidades robadas, y de hacer llegar el dinero a los autores que por supuesto no están en España. No se van a arriesgar a quedarse en un país donde saben que estas conductas van a ser perseguidas a conciencia. Establecen su centro de operaciones en países que, digámoslo así, tienen otras prioridades.

Con la víctima perfectamente centrada, esperan un tiempo prudencial tras la llamada para que olvides el suceso o directamente, mandan el mensaje y a esperar la reacción de la víctima. ¿Pagará? Parece que sí, porque llevan años haciéndolo. Si llaman a 1000 personas diarias, con que caigan 3 es suficiente. No seas tú el siguiente.

Publicidad