Los bots van a dominar tus apps te guste o no

Una de las grandes novedades introducidas recientemente por Facebook en su popularísima app Messenger, esa en la que hablas todo el rato, son los bots. Puede que aún no te hayas topado con ninguno de estos porque primero se han introducido entre los usuarios angloparlantes y más adelante tienen que llegar al resto del mundo, pero sus funciones son sencillas: responder a necesidad muy concretas de forma muy efectiva.

Sin ir más lejos, Messenger permite que webs de noticias programen su propio bot para que, aquellos que se suscriban al susodicho, vayan recibiendo en su chat enlaces a noticias que les puedan interesar. Del mismo modo, como Messenger es una aplicación para hablar, puede preguntarles –de forma sencilla, que no son inteligencias artificiales todavía– por algo sobre lo que quieras saber. Así, un futurible bot de TecnoXplora podría responderte qué novedades hay sobre Apple si le preguntas por ello en el chat.

Esto es algo que también ha hecho Telegram recientemente con una intencionalidad similar, y parece que van a seguir sus pasos muchas otras aplicaciones y servicios. Facebook quiere liderar también esta nueva corriente, como demostró en su conferencia de prensa, el F8, al anunciar un motor para que cualquiera pudiera construir un pequeño bot para Messenger. Y recordemos que Facebook es propietaria también de WhatsApp e Instagram, ¿os apostáis algo a que esta clase de tecnología se filtra a estos servicios de alguna manera?

Microsoft ha tenido recientemente una mala experiencia con su IA en Twitter, por aquello de que se volvió racista y nazi en unas pocas horas. Pero ha pensado que Cortana es un entorno mucho más controlable para crear bots y está usando a su voz dentro del ordenador para reconocer de qué hablamos en Skype y hacer anotaciones si, por ejemplo, dos compañeros de trabajo en una videoconferencia hablan de una reunión.

El objetivo con todos estos bots, como ya podéis intuir, es automatizar en la medida de lo posible nuestras interacciones más básicas con las aplicaciones que nos rodean y gestionar nuestro tiempo, ya sea reduciendo el que gastamos en organizarnos o ofreciendo atajos en forma de bots que buscan contenido online.

El problema con esto, como siempre, es que su desarrollo es semántico y eso cuesta mucho cuando hablamos de algo programático como es todo lo informático. Y bueno, el tema de no recibir las cosas en español nos aleja bastante de la cresta de la ola de las innovaciones tecnológicas, eso también es un problema.

Es posible que la tendencia de lo que queda de año y de 2017 sea empezar a lanzar estos bots en todas partes para ver si funcionan y si crean nuevas formas de consumo o mejores maneras de conocer a los usuarios para luego venderles cosas.

Al fin y al cabo, si un bot reconoce que le preguntamos todas las semanas por la cartelera de cine, seguro que termina ofreciéndonos entradas en algún momento. Las dudas sobre la seguridad y la privacidad a en torno a estas nuevas innovaciones de las grandes empresas tecnológicas no van a tardar en llegar.

Con un poco de suerte, eso sí, tendremos ayudantes digitales que son útiles para determinadas operaciones que tenemos automatizadas y, si algo no va terriblemente mal, no volveremos a tener un caso tan horrible como el Clippy de Microsoft Word, posiblemente el mayor enemigo de toda una generación de jóvenes.