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SEGÚN DIVERSOS ESTUDIOS

¿Por qué es mejor practicar deporte con música?

Los maratonistas de élite saben por experiencia propia que correr escuchando sus canciones preferidas les hace rendir más. Y ahora la ciencia les ha proporcionado una explicación.

¿Qué tipo de música debes escuchar en cada entrenamiento?

¿Qué tipo de música debes escuchar en cada entrenamiento? correryfitness

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Alexandra Lamont y sus colegas de la Universidad de Keele en Reino Unido han averiguado por qué es mejor correr escuchando música. Concretamente, música que nos gusta, porque aumenta la concentración a la vez que reduce la sensación de esfuerzo durante el entrenamiento y en el momento de la competición.

Eso es aplicable independientemente del tipo de música que escuchemos y, al menos, a varios deportes. En concreto, la investigación corroboró estos efectos en futbolistas, jugadores de baloncesto y corredores.

En algunos deportes, sin embargo, sí hay que ser musicalmente selectivos. Concretamente, si lo tuyo es el golf, nada mejor que escuchar jazz. De acuerdo con una investigación reciente de la Universidad de Clarkson, sobre el 'green' es más fácil lograr que la pelota entre en el hoyo con menos golpes cuando el golfista escucha jazz a la vez que juega. Ni el rock, ni el country ni la música clásica ni el hip hop surten el mismo efecto, según publicaban los investigadores en la revista 'Journal of Athletic Enhancement'.

Por otra parte, la resistencia física cuando realizamos un ejercicio cardiovascular mejora hasta un 15% mientras suena la música. Así lo demostraron científicos de la Universidad de Brunel en un trabajo que publicó la revista 'Journal of Sport&Exercise Psychology'. En el experimento, más de 12.000 deportistas escucharon canciones míticas de Queen, los Red Hot Chilli Peppers y Madonna y experimentaron en sus propias carnes que el rendimiento aumentaba un 15% frente a cuando se ejercitaban sin ninguna melodía de fondo.

Además, los deportistas aseguraron que se sentían más satisfechos y disfrutaban más trabajando a una alta intensidad, próxima en muchos casos a la extenuación física. Según los autores del trabajo, esto se explica porque cuando suena la música interpretamos de forma diferente los síntomas de cansancio y resistimos más esfuerzo físico que si se hace el silencio.

A esto hay que sumarle que si escuchamos música a la vez que nos ejercitamos nos volvemos más inteligentes. En concreto, tal y como se podía leer en la revista 'Heart&Lung' hace unos meses, el rendimiento cognitivo, la capacidad de abstracción y la fluidez verbal mejoran considerablemente cuando se combina el ejercicio, que transforma para bien nuestro sistema nervioso, y la música, que mejora las funciones cognitivas por diferentes vías en el cerebro.

El sistema circulatorio también sale ganando cuando la música suena. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Maryland en EEUU demostraron hace unos años que escuchar una canción puede beneficiar al sistema cardiovascular.

Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita. Un efecto más o menos similar a los beneficios de hacer ejercicio físico, que hace que la combinación de música y deporte sea altamente recomendable.

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