TecnoXplora » CienciaXplora » Divulgación

HAN ESTUDIADO LO QUE DICEN TUS NEURONAS

De qué depende que recuerdes (o no) tus sueños

Abres los ojos y tratas de recordar el gran sueño que acabas de tener, ese que te ha dejado tan buen sabor de boca. Era espectacular y tan vívido... Sin embargo, por más que lo intentas, no logras acordarte de su contenido.¿Por qué?

Publicidad

Pocas cosas hay más frustrantes que intentar recordar un sueño reciente y no poder. Escuchando la cháchara que mantienen las neuronas de nuestra sesera mientas dormimos, investigadores del Instituto Caltech de California creen haber encontrado la respuesta a esta experiencia tan habitual.

Los recuerdos y la memoria se forman en una región del cerebro llamada hipocampo, pero se almacenan en una zona de la periferia cerebral conocida como neocórtex. Para transferir los datos de una región de la mollera a otra es preciso que las neuronas de ambas áreas se comuniquen, y eso implica que deben activarse de manera sincronizada, según ha descubierto Casimir Wierzynski, coautor de la investigación.

En concreto, la información sólo se guarda en el cerebro -o, lo que es lo mismo, la memoria se consolida- cuando el encendido de una neurona en el hipocampo es seguida, en cuestión de milisegundos, por la activación de una neurona de la corteza prefrontal. Es decir, cuando se alcanza una sincronización perfecta. Esto solo sucede en la fase de sueño de ondas lentas o NREM, que es el momento en que no soñamos.

De hecho, los científicos están convencidos de que es cuando dormimos cuando consolidamos lo que hemos aprendido a lo largo del día. Por esa razón recomiendan incluso dormir una siesta mientras somos niños o en épocas de estudio.

Sin embargo, en la etapa del sueño REM (siglas de 'movimiento ocultar rápido' en inglés) soñamos pero no existe la sincronización neuronal necesaria para que la información se almacene. Eso implica que los sueños, que según otros estudios recientes son de tipo cinematográfico y en color, no se archivan ni pasan a formar parte de nuestros recuerdos a largo plazo. La única excepción en la que podemos acordarnos de lo soñado es cuando despertamos en plena fase REM, porque la información aún no se ha disipado.

La sincronización entre el hipocampo y la corteza cerebral no es lo único que influye a la hora de olvidar o recordar lo soñado. Neurocientíficos franceses demostraron en 2014 que algunas personas recuerdan sus sueños un promedio de cinco veces a la semana. Y que a nivel neurológico coincide con que estos "grandes soñadores", como los apodan, tienen mayor actividad cerebral en una zona del cerebro, la unión temporo-parietal, que facilita la atención y la sensibilidad a estímulos externos. Como consecuencia, estos sujetos se despiertan más veces durante la noche, lo que podría explicar que recuerden sus experiencias oníricas.

Publicidad