Tu hijo dice 1,5 mentiras al día

Si las trolas que te cuenta tu hijo adolescente y la mentirijilla que te suelta tu vecino mayor te parecen muy diferentes, hay una explicación: la capacidad de mentir cambia con la edad. Esa es la conclusión a la que ha llegado el profesor asociado de Psicología Forense en la Universidad de Ámsterdam, Bruno Verschuere, tras trabajar en el perfeccionamiento de los detectores de mentiras.

Verschuere explica que “hay diferencias de edad relacionadas con nuestra capacidad de mentir”. Así, nuestra manera de engañar alcanza su pico máximo en la adolescencia, cuando el córtex cerebral alcanza su desarrollo completo, para ir descendiendo después.

De esta forma, los niños mienten una media de 1,5 veces por día, una cantidad que se incrementa conforme se envejece, según datos de Verschuere. Eso sí, cuando llegamos a la vejez esta capacidad decae.

Además del desarrollo del córtex prefrontal, ¿qué sucede en la adolescencia para mentir más? Según el profesor, “probablemente tiene algo que ver con el intento de ganar autonomía a esta edad: convertirse en un individuo y separarse de los padres y los profesores”.

Estas investigaciones sirven al profesor para perfeccionar detectores de mentiras ya que estos jóvenes “encuentran más fácil mentir, así que esperamos que sean más convincentes” y por tanto que sea más difícil descubrirlos.