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CIENCIA APLICADA A UN ASCENSOR

La física del frenazo en seco: se puede anular la velocidad con un impulso contrario

Según las teorías de Newton, podríamos evitar un impacto de caída en un ascensor con un salto suficientemente fuerte. Humanamente es imposible, aunque físicamente sí lo es

Botoneras de los ascensores de 'Velvet'

Jorge de Soto Botoneras de los ascensores de 'Velvet'

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¿Quién no ha soñado alguna vez con quedarse encerrado en el ascensor y que éste se desplome? Vale, igual no todo el mundo, pero el miedo a los espacios cerrados y a las caídas al vacío son bastante recurrentes. De lo primero se encarga la psicología, de lo segundo la física.

La cuestión es, ¿hay alguna manera de frenar en seco ante un evento así? Según Newton sí, lo que pasa es que es complicado. Porque ponte en situación (aunque dé miedo): lo que pasaría es que posiblemente 'flotarías' por unos segundos hasta que impactarías brutalmente contra el suelo. Mal rollo

¿Por qué pasaría esto? Bueno, caemos al vacío porque hay gravedad. Expresado de otra forma, los cuerpos con una masa descomunal -como el planeta sobre el que estás- ejercen una fuerza de atracción que nos 'ata' al suelo. En realidad más que atarnos, nos aplasta contra él, con una fuerza de 9,8 metros por segundo concretamente, que varía en función de la masa y la altura: no existe la misma gravedad en la Luna (mucho menor) que en Júpiter, ni tampoco hay la misma gravedad aquí que a miles de metros de altitud.

Así las cosas, cuanto mayor es el peso de las cosas, esa gravedad más multiplica la caída. A fin de cuentas, el peso tiene que ver con eso. Es por esa razón por la que la cabina del ascensor, que a buen seguro pesa más que tú, se desplomaría y tú, que vas dentro, caerías también al perder el punto de apoyo, y 'flotarías' porque la aceleración de la cabina sería mayor que la tuya. Lo malo, que el final es el mismo: el aplastamiento contra el suelo.

¿Qué dice Newton de todo esto? Bueno, él fue quien dio nombre a la unidad de medida de la fuerza, así que sabía mucho de esto. De hecho, sus tres leyes fundamentales se toman como una referencia o un punto de inicio para la física moderna. Y la tercera de ellas se aplica exactamente a esto.

En ella viene a afirmar que cuando tú aplicas una fuerza contra un cuerpo éste aplica otra fuerza de resistencia contra ti. El ejemplo clásico es empujar una pared que -obviamente- no se mueve. Físicamente podría decirse que esa pared ejerce una fuerza contra ti exactamente igual a la que tú ejerces, que vendría a ser la resistencia, y por eso no se mueve.

¿Suena absurdo? Prueba a ponerte unos patines y empuja la pared, verás cómo te desplazas en sentido contrario al que pretendes y confirmarás que el bueno de Newton tenía razón.

¿Y qué tiene eso que ver con el ascensor? Bueno, si estás desplomándote hacia el suelo estaría bien descubrir que si ejerces una fuerza en sentido contrario suficientemente grande puedes anular la caída.

Hay otra forma de visualizarlo. Los compañeros de 'El Hormiguero' lo hicieron en una moto, disparando una pelota de goma en sentido contrario a su desplazamiento. La cosa es que si ese disparo ejerce contra la pelota la misma fuerza pero en sentido contrario de la que ejecuta la velocidad de desplazamiento de la moto ambas fuerzas de anulan y la pelota cae suspendida.

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¿Cómo aplicaríamos eso a un ascensor? Bueno, tendríamos que saltar con una fuerza igual a la que tenemos hacia abajo. Es decir, teniendo en cuenta la masa, la gravedad y la velocidad. Una fuerza inmensa, vaya. Con dos dificultades añadidas, además.

La primera es que no estamos tocando el suelo, porque estaríamos flotando (lo de la masa diferente, ¿recuerdas?). La segunda, que al saltar estaríamos actuando sobre el suelo del ascensor (en el hipotético caso de que no estuviéramos flotando), lo cual desplazaría el suelo y requeriría aún más fuerza para compensar esa pérdida.

Hay casos en nuestro entorno en los que las cosas están suspendidas aparentemente en el aire, pero en realidad son ilusiones. Puede ser, por ejemplo, una hoja a merced del viento que, durante unos segundos, compensa con su empuje ascendente el efecto de la gravedad en la hoja. O puede ser, por ejemplo, un helicóptero suspendido en el aire. La cosa es que, en realidad, ninguna de ambas cosas está suspendida en el aire en realidad.

¿Por qué? Porque en el momento en el que ejerces una fuerza contra algo te quedas 'clavado'. Por si no lo sabes, la Tierra se desplaza, y cuando un helicóptero se queda suspendido en el aire, aunque no esté tocando el suelo, se desplaza con ella porque esa fuerza de empuje 'le clava'.

Vamos, que no. Que físicamente es posible, aunque humanamente no. Si te quedas encerrado en un ascensor y éste se cae al vacío al menos reza para que el suelo sea blando y no estuvieras muy alto. Muy científico no es lo de rezar, pero Newton aquí tampoco puede hacer gran cosa por ti. Especialmente si eres un hamster sobre un balón de goma

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