ESTUDIO CIENTÍFICO

Dan con la clave para entender cómo el cerebro de las mujeres se adapta a la maternidad

Un estudio identifica por primera vez tres factores fundamentales que explican la adaptación neurobiológica de las madres.

Dan con la clave para entender cómo el cerebro de las mujeres se adapta a la maternidad

Dan con la clave para entender cómo el cerebro de las mujeres se adapta a la maternidadEFE

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La materia gris del cerebro cambia de volumen en las diferentes etapas de la maternidad y el posparto y esta dinámica se acompaña de fluctuaciones hormonales extremas, según un artículo que concluye que la "coreografía entre hormonas y cerebro es clave para entender cómo se adapta la mujer a la maternidad".

Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón de Madrid y del Hospital del Mar Research Institute de Barcelona han elaborado un estudio pionero que revisa la investigación existente hasta la actualidad sobre la adaptación neurobiológica a la maternidad a partir de la relación entre hormonas, cerebro y conducta durante el embarazo y el posparto en humanos y animales.

El estudio, cuyas primeras autoras son Camila Servin-Barthet y Magdalena Martínez y que han coordinado los investigadores Òscar Vilarroya y Susana Carmona, se ha publicado en la revista Nature Reviews Neuroscience, han informado las tres instituciones sanitarias.

En su artículo, los investigadores describen por primera vez tres factores fundamentales para entender las adaptaciones a la maternidad en humanos.

El primero de ellos son los estrógenos (estradiol), que son las principales hormonas candidatas a inducir los cambios cerebrales, el segundo es el circuito cerebral relacionado con la cognición social y el tercero son los cambios psicológicos, es decir, los procesos cognitivos y emocionales necesarios para desarrollar un vínculo materno-filial adaptativo en las diversas fases del embarazo y el posparto.

Este tercer factor constituye la parte que más se diferencia a los humanos del resto de animales y la que apenas se conoce, según los investigadores.

Para elaborar el estudio, los investigadores han revisado 174 artículos, en los que han analizado las conexiones en los tres ámbitos fundamentales con el objetivo de establecer nuevas líneas de estudio para avanzar en la investigación en mujeres.

Según el artículo, las fluctuaciones hormonales, principalmente relacionadas con los estrógenos, son las que desencadenan los procesos de plasticidad del cerebro durante el embarazo humano y el posparto.

Sin embargo, indican que son necesarios más estudios para dilucidar qué tipos de procesos de plasticidad —que implican cambios en la función celular, la estructura y la conectividad cerebrales—, están involucrados en la transición a la maternidad en humanos y cómo afectan a la conducta maternal.

Según el estudio, la maternidad es un evento transformador fisiológica y psicológicamente que implica adaptaciones del comportamiento en la madre, que se dirige a asegurar el bienestar de su descendencia.

Las instituciones han recordado que investigadores de la UAB y del Hospital del Mar Research Institute fueron los primeros en demostrar, en 2017, que el embarazo implicaba cambios en la morfología del cerebro de las madres tempranas, reduciendo el volumen de la materia gris en regiones implicadas en las relaciones sociales y que estos cambios se mantenían al menos hasta dos años después del parto.

Según las mismas fuentes, con posterioridad se ha visto que la materia gris del cerebro cambia de volumen en las diferentes etapas de la maternidad y el posparto y que esta dinámica se acompaña de fluctuaciones hormonales extremas.

Los investigadores han trazado una hoja de ruta con varias líneas de estudio para seguir avanzando en el conocimiento de la adaptación a la maternidad humana.

Según los investigadores, una primera línea de estudio debería dirigirse a identificar los sustratos celulares cerebrales, ya que la dinámica a gran escala de los cambios en la materia gris es improbable que esté producida exclusivamente por la plasticidad a niveles morfológico y molecular, apuntan los expertos.

Un segundo abordaje debería estar encaminado a describir los mecanismos que explican cómo las hormonas sexuales, y en especial los estrógenos, inducen los cambios en la reorganización estructural y conductual detectadas.

Dado el entorno hormonal que se produce durante el embarazo y el posparto y la naturaleza interactiva de estas moléculas, lo más probable es que los cambios sean fruto de un complejo intercambio entre múltiples esteroides y péptidos hormonales, han apuntado los investigadores.

Por ello, los autores han indicado que para comprender mejor su papel, se debería estudiar un mayor número de hormonas y metabolitos, con especial atención a la oxitocina y la prolactina.

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