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NECESITARÍAS NUEVE MILENIOS PARA RODEARLO YENDO EN F1

UY Scuti: así es las estrella más grande conocida

Si la Tierra fuera una canica esta estrella sería un mastodonte de más de treinta kilómetros de diámetro

UY Scuti en una captura de telescopio

Wikipedia UY Scuti en una captura de telescopio

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Su nombre no te dirá gran cosa, pero sus dimensiones quizá sí: según los últimos cálculos, si colocáramos esta estrella en el centro de nuestro sistema solar su fotosfera abarcaría hasta más allá de la órbita de Júpiter, quizá incluso hasta más allá de la órbita de Saturno. Dicho de otra forma: el tamaño de UY Scuti es tan colosal que cuesta imaginar un cuerpo tan grande. Y eso que está 'encogiendo' desde hace un tiempo.

Situada en la constelación del Escudo, a unos 9.500 años luz de nosotros, UY Scuti es una estrella difícilmente medible. La distancia y las gigantes nubes de polvo que la rodean por el inicio de su decadencia hace complicado atinar más en las mediciones. En cualquier caso, y sin mediciones exactas, es la estrella más grande que conocemos según se determinó en una observación en 2012.

Se trata de una supergigante roja o hipergigante de unos 7 millones de años de vida, supuestamente formada en un clúster masivo conocido como RSGC2, del que se supone que fue expulsada por las enormes corrientes de energía a las que fue expuesta por la explosión de una supernova.

La estrella, también una de las más luminosas conocidas, es unas 1.800 veces mayor que nuestro sol. Es decir, un radio de unos 25.000 millones de kilómetros, lo que deja un tamaño tal que para 'rodearla' en un F1 a 300 km/h sin parar necesitarías más de 9.500 años.

Y todo esto cuando es una viejecilla que empieza a encogerse: en realidad es una jovenzuela en términos galácticos, aunque considerablemente longeva para las de su especie dada la alta presencia de metal en su núcleo.

Ese 'encogerse' tiene que ver con el ciclo de vida de las estrellas, que son cuerpos que viven una especie de equilibrio entre la energía que desprenden los procesos de fusión nuclear y la hipergravedad que tienen; cuando se consume la energía del núcleo -algo que en estrellas 'metálicas', como en este caso, se produce más pronto- ese equilibrio se rompe y la estrella empieza a consumirse a sí misma creándose una especie de pequeño agujero negro donde estaba su núcleo.

Todo ese proceso, del que ya hemos hablado alguna vez, suele terminar con la explosión gigantesca de una supernova. Pero tranquilo, además de pillarnos lejos, para cuando eso pase seguro que ya no estamos por aquí o, probablemente, conozcamos otros monstruos mayores que ella. Ya sabes que es harto improbable que una supernova acabe con nosotros.

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