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RECONOCIMIENTO FACIL APLICADO A LA PRIVACIDAD

Hazte un selfie y esta app encuentra todas las fotos en las que sales (aunque sea de fondo)

Waldo es una aplicación creada en Texas que estudiará tu cara al mínimo detalle para encontrar todas esas fotos en las que apareces aunque tú no lo sepas. Sin embargo, eso no es todo. Waldo también querrá saber dónde has estado para buscar con más seguridad.

Cientos de jóvenes siguen un concierto del FIB en 2009.

Cientos de jóvenes siguen un concierto del FIB en 2009. Gtres

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Quizás fue en un concierto, o puede que sucediera el fin de semana aquel en el que saliste de fiesta. Mientras tú disfrutabas del plan, alguien hacía una foto y, como parte del atrezo, tu cara se coló en la instantánea. Ahora, una aplicación hace posible que encuentres esa imagen en la que apareces sin saberlo.

Su nombre es Waldo (como el protagonista del famoso ‘¿Dónde está Wally?’ en las ediciones estadounidenses y británicas) y se espera que llegue al mercado de aplicaciones en dos o tres meses.

Si en los libros el objetivo era encontrar al personaje entre una marea de gente ataviada con ropa rojiblanca, la función de Waldo es similar. La aplicación detectará tu rostro en las fotos en las que aparezcas, por difícil que sea y sin que tú tengas localizada la imagen en cuestión.

Lo hará gracias a un potente coctel compuesto por mucho reconocimiento facial, la información sobre tu ubicación y datos como la fecha o la hora. Con esa mezcla, Waldo te encontrará, estés donde estés.

PARA IPHONE

Por ahora, Waldo saldrá solo para los dispositivos con iOS como sistema operativo, aunque sus creadores han anunciado ya que trabajan para lanzar la versión de Android lo antes posible. Así, los usuarios de un iPhone podrán tener este verano todas sus fotos localizadas.

CÓMO FUNCIONA

Todo empezará con un selfie. Será así como Waldo memorizará qué cara tiene que buscar exactamente en las imágenes. Sin embargo, la cara no será lo único que deberás darle a la aplicación para que te encuentre.

Además, Waldo querrá saber dónde has estado últimamente para afinar su particular labor de arqueología digital y saber exactamente en qué eventos pudiste ser fotografiado.

"Queremos evitar o facilitar estas repetitivas peticiones de: 'Oye, me mandas esa foto de la otra noche?'", explica el CEO y cofundador de este proyecto nacido en Texas, Rodney Rice.

Si bien la herramienta de Waldo podría ser perfectamente útil para rastrear las imágenes en las que aparecemos y que pululan por toda la red, por ahora la aplicación pretende crear un ecosistema propio para empezar con buen pie.

Así, primero se sincronizarán las fotos que queramos con la app y luego los demás usuarios podrán ver en cuáles de ellas aparecen. Por el momento, si la foto no está en Waldo, su herramienta de reconocimiento facial no la encontrará.

De esta forma, Waldo se postula también como un posible nuevo mercado para los fotógrafos profesionales. Desde la startup pretenden que los usuarios vayan a eventos de todo tipo y que disfruten sin preocuparse por el móvil o el palo selfie: si hay un fotógrafo, él podrá subir las imágenes (con una marca de agua) a Waldo y la app te avisará de que hay una nueva imagen tuya y os pondrá en contacto para que compres la foto.

La potencia de Waldo es tal que la startup ya ha conseguido cinco millones de dólares de financiación (algo más de cuatro millones y medio de euros) y su objetivo podría no ser otro que ser adquirida por algún gigante como Facebook, para que sus usuarios puedan rastrear las fotos en las que aparecen, aunque no estén etiquetados.

Precisamente la red social creada por Mark Zuckerberg sabe, y mucho, de reconocimiento facial. De hecho, los algoritmos de la red social son cada día más eficientes y su inteligencia artificial crece por momentos: tras analizar millones de fotos, Facebook ya es capaz de reconocer a sus usuarios y a los hijos de estos, aunque sus caras no aparezcan en la imagen en cuestión.

No obstante, para que toda esta tecnología sea realmente útil, los usuarios tendrán que dar su brazo a torcer antes y renunciar a la privacidad. Como demuestra Waldo, los algoritmos no necesitan conocer nuestras facciones, sino que también querrán saber dónde hemos estado a cada momento para poder hacer su trabajo. Todo, para rastrear nuestra cara en internet.

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