Tras muchas alucinaciones y demasiado peso en su alma, Rick decide poner fin a la dictadura que levantó como coraza para defenderse de la moral de sus decisiones como líder. El sheriff nunca quiso ser el cabecilla y mucho ha sufrido desde aceptó ser el encargado de mantenerlos a todos a salvo. El Gobernador ha logrado que Rick se quite la corona de líder demostrándole que estaba actuando igual que él, con la sangre fría suficiente como para entregar a Michonne al enemigo para salvar su pellejo. A partir de ahora las reglas del juego cambian y Philip se enfrenta a un pueblo y no sólo a un líder al que derribar.

Una línea muy fina separa a los buenos de los malos en 'The Walking Dead' y Merle la sobrepasa en los últimos minutos de su vida. Con su mano metálica y su cara sádico, el hermano de del carismático Daryl decide acabar con el juego y entregar a Michonne. Una decisión que no toma por lealtad hacia el Gobernador sino hacia su hermano, él sabe que volviendo a Woodbury, por mucho que lleve a Michonne consigo, su destino sólo puede ser uno: la muerte.

Merle pierde la vida después de salvar a Michonne y de intentar acabar con el Gobernador. Una vez más, 'The Walking Dead' elimina a un personaje muy poco querido por la audiencia creando una fuerte empatía en sus últimas escenas. Espectacular el momento en el que Daryl se enfrenta a su hermano convertido en zombi y se ve obligado a matarlo. Brillante esa patada separando al no-Merle entre lágrimas intentando evitar lo inevitable. Una gran muerte para un personaje mítico que ha dado a Daryl la mejor escena desde que comenzó la serie.

Michonne vuelve un capítulo más a demostrar su pasividad ante los acontecimientos externos por mucho que peligres su vida. Un personaje que lleva sólo una temporada con nosotros y que ha logrado conquistar a la audiencia como sólo Daryl ha sabido hacer. Un personaje fiel, sincero y honesto que hasta al desconfiado de Carl ha logrado convencer. Un capítulo que ha preparado la esperada guerra para el final de temporada.

Lo mejor: El momento en el que Daryl se ve obligado a matar a su hermano. Una escena con muchísimo sentimiento que logra que el espectador sienta en primera persona el dolor punzante que está destrozando a Daryl por dentro.

Lo peor: La historia de Gleen y Maggie que rompen por completo la narración del capítulo con sus efusividades amorosas. Parece que ellos viven en un mundo distinto en el que en vez de zombis hay margaritas en el campo.