"Ha sido muy gratificante, muy emotivo, muy romántico", relata Évole al escuchar la palabra 'Astral'. El director de Salvados reconoce que la historia del velero de lujo convertido en barco de refugiados les tiene "atrapados", lo cual resulta ciertamente lógico. Jordi también veía desde la barrera la crisis migratoria en aguas del Mediterráneo, pero la cosa cambia cuando eres tú quien lo vive en primera persona -o al menos eso es lo que se desprende de las palabras del propio Évole-.

Una de las misiones del periodismo es intentar cambiar las cosas

"Lo que pasa en el Mediterráneo lo vemos con distancia, pensamos que es algo que nunca nos va a tocar a nosotros", confiesa Jordi. Se le percibe afectado por la experiencia vital que ha supuesto 'Astral'. No parece propio de él, pero está hasta "nervioso" -él mismo lo reconoce-. Quizá sea por lo poco acostumbrado que está a los estrenos en pantalla grande. Pero 'Astral' lo merece: es la primera película con el sello de Salvados y su argumento no puede ser más aplastante.

"Una de las misiones del periodismo es intentar cambiar las cosas y si podemos hacerlo a través de este documental, creo que habremos conseguido el objetivo", apunta Évole. A partir de ahí, queda en el espectador la opción moral de concienciarse con el caos migratorio que se vive en el Mediterráneo. No parece suficiente con verlo y seguir mirando hacia otro lado. Hay que alzar la voz y ponerse en la piel de la gente de Proactiva Open Arms y otras ONG que viven la crisis en primera persona.

Las imágenes permanecen en la retina de la gente, pero el recuerdo no es suficiente para actuar

"Las imágenes permanecen en la retina de la gente, pero el recuerdo no es suficiente para actuar. Creo que necesitamos una reacción de la ciudadanía para conseguir que los gobiernos cambien sus políticas", sentencia el director de Salvados. En las cuentas de Évole no se contempla un coste demasiado elevado para hacer frente al drama de los refugiados: "Creo que acoger a estos refugiados tampoco supondrá que perdamos nuestro bienestar; a pesar de ese mensaje xenófobo que algunos han conseguido que cale".

Las imágenes le afectan. Como casi a cualquiera que demuestre un mínimo de humanidad. 'Astral' ha empezado por concienciar -cómo no- al propio Jordi Évole. Asegura, solemne, que no reconoce al Mediterráneo de Serrat en lo que ha visto a bordo del 'Astral' y confiesa que, en el barco, tuvo la necesidad de "hacerse fuerte" para "no mezclar sentimientos e intentar reflejar la experiencia con la máxima naturalidad y sobriedad".