Tras conocer al 'Chicote de Zamora', apodo por el que es conocido el dueño del Hotel Juan Manuel, y descubrir el curioso timbre "de aeropuerto" con el que avisan desde cocina que los camareros tienen que sacar las comandas, Alberto Chicote degusta los platos estrella del restaurante.

Aunque el lechón está bueno (un poco pasado de cocción para su gusto), las patatas no han sido de su agrado. Sus comentarios son trasladados al chef y propietario, que habla con sus empleados. "¡Pero no me toques los huevos, que es un asado, que esto no es un cocido!", grita. Alberto Chicote le escucha desde el comedor. "¿Qué le enfada tanto a tu padre?", le pregunta al camarero. "Él opina que lo hace bien todo", contesta el hijo de José Luis.

"Le hemos ofendido, le hemos dicho que hay otro Chicote", bromea el dueño con sus empleados. "La cosa es muy sencilla: yo me voy con la Pedroche a dar las campanadas y él que se quede aquí cocinando", comenta entre risas.

Mientras, el chef prueba el bacalao al ajoarriero. "Solamente en la nariz esto es dinamita pura, tiene toda la pinta (...) Hostia, pimentón a mogollón, quemado... Madre mía", se queja Alberto Chicote, que afirma que es lo peor de la comida de momento.