La Policía Nacional ha logrado detener en Alicante a Diego Darío González, uno de los diez fugitivos más buscados en España. Su detección no ha sido fácil, pues se había convertido en alguien prácticamente invisible: nadie sabía dónde estaba, su familia no tenía contacto con él, no se movía por bares, estaba oculto y solo salía para hacer algún trabajo puntual.

Se le buscaba desde el mes de febrero de 2021 por un delito de abuso sexual a su hija de cinco años. Le ponía películas porno y abusaba de ella cuando tenía la custodia.

Desde entonces desapareció y se borró del mapa y su localización ha sido complicada. Todo ha sido posible gracias a la información que dio un ciudadano a través del correo electrónico de la policía, donde aviso de que había visto a una personas sospechosa.

Cualquier detalle sirve a los agentes para la investigación, aunque en este caso están muy sorprendidos porque la foto difundida por la Policía nada tiene que ver con el aspecto actual que tiene ahora.

Lleva el pelo largo, más rubio y se ha dejado barba. Además, se había puesto tatuajes encima de los tatuajes para ocultar los suyos y llevaba alzas para elevar su estatura. Aseguran los agentes que "saber que era él sin conocerlo era prácticamente imposible" porque ha cambiado su aspecto físico completamente.