El hambre infantil es una situación generalizada en toda España. Uno de cada cuatro niños está malnutrido y es un problema que afecta a todo el territorio. Canarias es una de las comunidades autónomas más azotadas por el hambre. 112.000 niños carecen de una dieta completa y equilibrada. "Lo que tenemos aquí es precariedad, yo tenía mi trabajo y me veo sin nada", admite Bibiana Calero, canaria y madre sin ingresos que necesita un comedor gratuito para su hijo. 

Para contrarrestar, el gobierno de Canarias ofrecerá comida gratis a los alumnos de infantil, primaria y secundaria que lo necesiten durante el curso. El consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez, expresa que "ojalá en España no haya un solo colegio ni un solo niño que deje de comer". 

La malnutrición también es un problema en Andalucía, donde 140.000 niños se quedan sin comer tres veces al día. Después de mantener los comedores abiertos durante el verano, también se ofrecerá un servicio de tres comidas diarias gratuitas para 50.000 escolares.

En Madrid, el 19% de los niños se encuentra en situación de pobreza, según Unicef. Pero durante el verano, sólo en algunos ayuntamientos, como el de Fuenlabrada, se han ofrecido vales de comida.

En Cataluña, el defensor del pueblo emitió un informe en el que alertaban de la malnutrición que sufren casi 50.000 niños. Sin embargo, el gobierno catalán lo negó. 

La realidad en las casas y colegios es bien distinta. En un colegio de Santa Coloma de Gramanet, algunos niños llegan a clase sin nada en el estómago. Lidia Montero, directora del Colegio Bethoveen, expresa que, hay casos evidentes de niños mal alimentados, "te das cuenta de que un niño a lo mejor no ha comido nada desde la hora de la cena, luego se duermen en clase", expresa.

En Castilla y León, la situación es parecida. Casi 77.000 personas tienen que acudir a los bancos de alimentos.

También en la Comunidad Valenciana, 9.000  familias se ven afectadas por una dieta desequilibrada. La afluencia a los bancos de alimentos es tal que se ha tenido que reducir la cantidad de comida entregada a las familias en un 40%.

En total, cerca de 2 millones de niños en España pasan hambre. Por eso, hasta 30.000 familias en todo el país esperan que se mantengan los programas de ayudas a la alimentación, para que sus hijos siempre tengan algo que llevarse a la boca.