SE ACABÓ EL 'GUATEQUE'
La investigación del caso Guateque finaliza a la espera de juicio
Sobornos, licencias falsificadas, dinero malversado, 34 personas acusadas, 19 de ellas son funcionarios del Ayuntamiento de Madrid. El total de las condenas que pide la Fiscalía suma 250 años. Después de siete años, la investigación del caso Guateque ha llegado a su fin. Ahora toca poner fecha al juicio.

Es el mayor caso de presunta corrupción municipal de la última década en España. 34 acusados, 19 de ellos funcionarios del Ayuntamiento de Madrid.
Peticiones de cárcel de más de 250 años por siete tramas distintas con un elemento en común: el cohecho, el elemento en común de esta partida de póker amañada que se destapó siete años después: en 2007. Bienvenidos al caso Guateque.
A la primera trama le hemos querido llamar 'la sala de fiestas del Guateque'. La protagonista es una empresa llamada AB Sanz Escribano Ingenieros y Consultores, a la que achacan soborno directo. Los funcionarios recomendaban a quien quería licencias que contactaran con ellos a cambio de comisiones.
Según un testigo protegido, Antonio Sanz, el administrador, pidió dinero para sobornar a Victoriano Ceballos, de Evaluación Ambiental y a quien piden 14 años de prisión.
Otra acusada, Carmen Eulalia, de Gerencia de Urbanismo, emitió en otro caso un informe negativo sobre lo que da el nombre a esta trama, una sala de fiestas, y Sanz y Ceballos fueron sobornados para que el informe acabara siendo positivo. Y no solo eso, en otro caso más, Sanz maniobró para conseguir la apertura de algo que les acerca un poco más a la mafia italiana: una pizzería.
Aquí aparece de nuevo Victoriano Ceballos. Un gestor le sobornó para conseguir la licencia de un restaurante. La empresa AC93 Proyectos y Obras. Dos de sus empresarios pidieron 60.000 euros al dueño de una tienda de animales para no tener problemas, no quiso pagar, y les denunció.
Les piden 21 años de cárcel. Y en otro caso, pagaron a un funcionario para que robara del Ayuntamiento los informes negativos de urbanismo en las obras de varios edificios de una conocida compañía de seguros que ahora tiene cuatro directivos con peticiones de siete años de prisión.
La cuarta trama es la mayor, y va de copas. El líder es Eduardo Agustino, a quien piden 31 años de prisión por 17 casos de corrupción: dos bares en los dueños se negaron a pagar sobornos, el proyecto de una sauna que no se hizo pero pagó mordida, otro bar que también pagó, una zapatería, otro bar, una cafertería, un restaurante, otro bar y así podríamos seguir y seguir.