Tensión en EEUU

Trump aprovecha la vía libre del Supremo para intensificar las deportaciones de migrantes en Estados Unidos

Los detalles Solo en junio, cerca de un millar de personas han sido deportadas. Personas que tras la decisión del Tribunal Supremo de restar poder a los jueces federales no tienen prácticamente ninguna defensa para evitar las medidas del republicano.

Un agente del ICE estadounidense detiene a un migrante
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Las detenciones de migrantes en Estados Unidos van a seguir a pesar de las protestas y el malestar en las calles. La decisión del Tribunal Supremo de restar poder a los jueces federales para frenar sus órdenes ejecutivas ha dado a Donald Trump vía libre para muchas de sus medidas, entre ellas ir contra los migrantes.

Solo en junio, cerca de un millar de personas han sido deportadas. Con estos datos, los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) empiezan a ser considerados como la Gestapo del siglo XXI.

Los migrantes acuden a una audiencia rutinaria y terminan en un centro de detención del ICE. Estas personas deben presentarse a sus vistas judiciales para argumentar ante un juez por qué no pueden volver a sus países y es entonces cuando los agentes actúan para emboscarles y detenerles.

"No vengan porque se los van a llevar a todos. Están ahí arriba muchos de inmigración esperando que les tumben el caso para llevárselos", alerta un testigo de estas detenciones. Unas detenciones que se producen en los juzgados de todo el país ya que hasta allí ya llevado su política antimigratoria Trump.

Y, lejos de echarle el freno, la Corte Suprema estadounidense le ha dado vía libre limitando el poder de los jueces federales y anulando las medidas cautelares que algunos impusieron a la Administración Trump por medidas como estas detenciones. "Los jueces se han intentado aprovechar del poder ejecutivo y ya no lo van a poder hacer. Se acabó", celebraba Pam Bondi, fiscal general de Estados Unidos.

Entre las medidas que no se podrán frenar está acabar con el derecho a la nacionalidad de cualquier persona nacida en Estados Unidos, especialmente los hijos de las personas migrantes. Una decisión muy controvertida puesto que se trata de un derecho constitucional. Un fallo que abre la puerta a que se puedan levantar los bloqueos de otras leyes paralizadas por jueces. Un absolutismo 'trumpiano' donde el miedo es el arma del gobierno.