Entre nervioso y esperanzado. Así vivía Gabriel Pérez las últimas horas antes de saber la decisión del Consejo General del Poder Judicial. Después de diez meses esperando, a las ocho y media de la tarde llegaba la respuesta. Gabriel podrá ser juez.
No hay precedentes de jueces invidentes en España. Pero el empeño y el entusiasmo de este joven abogado de 23 años ha conseguido que se abran las puertas de los juzgados a los discapacitados visuales.
Aunque Gabriel es consciente de sus limitaciones. Y propone alternativas para estos casos. El Consejo General de Poder Judicial ha acordado que sólo podrá desempeñar puestos compatibles o adaptados a sus capacidades. De momento Gabriel no se preocupa por esto.
Sigue estudiando su master en derecho laboral y la carrera judicial es un plan de futuro. Ahora depende de él. Quizás en septiembre comience a prepararse las oposiciones. Ahora sí, será el quien decida si quiere ponerse la toga y convertiste en el primer juez invidente de España.