El Partido Popular despidió a Bárcenas en 2010. Sin embargo, el partido del que era tesorero no le privó de ningún privilegio. Desde ese año, y hasta diciembre de 2012, Luis Bárcenas mantuvo relaciones, despacho, secretaria y cotización a la Seguridad Social. Dicha cotización se la habría estado pagando el propio partido, aún habiéndole despedido dos años antes.

Melina Perugini, de Carmona & Kasanetz Abogados Laboralistas, opina que desde su punto de vista, “no existe ninguna salida legal que permita que una persona esté cotizando en la seguridad social después de haber sido despedida”.

El abogado penalista José Luis Parra, aclara que la legislación permite que se siga cotizando a la Seguridad Social “en casos muy concretos que pueden ser ERE o despidos colectivos”, pero que en este caso no es así  “porque es solo una persona concreta que no puede ser englobado en un despido colectivo. Con lo cual, la situación tal y como está explicada en las noticias, tiene bastantes indicios de fraude”.

La única solución que encuentran los expertos a este caso es, como dice Melina Perugini, que “realmente no ha existido un despido, ya que cuando se da un despido existe una carta de despido, existe una terminación de la relación laboral y una baja seguida en la Seguridad Social. En el momento en que nos encontramos con que no hay una baja en la Seguridad Social y hay una cotización mensual, lo único que puede haber ocurrido es que no se haya producido el despido”.

Ya que cuando uno no trabaja no hay manera posible de seguir cotizando a la Seguridad Social, el PP habría cometido una falta muy grave que estaría penada con una sanción a partir de 50.000 euros y hasta con pena de cárcel. “El delito podría tipificarse con una pena de tres años de cárcel, tanto para Bárcenas como para el PP, ya que se trata de una coalición entre los dos para hacer un fraude”, señala José Luis Parra, y aclara que Bárcenas podría librarse en el caso de no conocer su situación irregular, en cuyo caso el responsable sería el PP.