La imagen de la casa real en Bélgica está tocada. Por un lado, la reina Fabiola intentó eludir pagar impuestos por la herencia de su esposo. Se le acusa de haber usado una fundación para evadir impuestos y evitar tener que tributar por la herencia de su esposo el rey Balduino.

Por el otro, Delphine, la presunta hija del rey nacida de una relaciona extramatrimonial ha llevado al rey a los tribunales para que la reconozca. El juicio se celebrará en el septiembre, cuando Alberto ya no sea rey.

Esto evitará que el proceso afecte directamente a la jefatura del estado. Después de 20 años de reinado,  el monarca ha decidido que este era el momento de traer aire fresco y dar el relevo a su hijo.Aunque en Bélgica, muchos creen que su sucesor no estará a la altura y para ellos la figura del rey es fundamental.

En la mente cuando hace dos años, Alberto II consiguió resolver una crisis política que hacía de Bélgica un país ingobernable.El pasado mes de abril fue Beatriz de Holanda que a sus 75 años dejó paso a su hijo Guillermo Alejandro.

Ahora, tres meses después asistimos a una segunda abdicación después de que los medios de comunicación belgas llevarán semanas especulando al respecto.