La alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, ha defendido la polémica nueva ordenanza municipal de la localidad, cuyo objetivo, asegura, no es otro que "establecer unos criterios mínimos de civismo".

Hernández asegura que la medida, que incluye normas tan polémicas como la prohibición de comer pipas o celebrar comidas en parques, está pensada para "disfrutar de la ciudad sin importunar al vecino que tenemos al lado".

"No es comer pipas, todos lo hacemos y yo personalmente también lo hago", ha aclarado, "pero hay familias que van a ver partidos de fútbol y tiran las pipas en los campos de césped y cuesta mucho limpiarlo".

"No tenemos que perder el sentido de la racionalidad", ha apuntado la regidora, matizando que con esta normativa se busca "un equilibrio entre disfrutar de la ciudad y sentar unas mínimas normas de convivencia".

"No tenemos que olvidar la figura de un instructor que tiene que valorar si hay intencionalidad o no", ha añadido.

"No perdamos el sentido común, desde luego se va a seguir permitiendo comer en las zonas públicas", ha concluido, "pero dejar los desperdicios es algo que el Ayuntamiento, por petición de los vecinos, va a poder intervenir".