Chela Santalla, que se ha hecho viral por reprender a dos jóvenes que celebraban el fin del estado de alarma en Madrid entre gritos de libertad, ha contado qué sintió en ese momento al ver la magnitud de la aglomeración y la actitud de estos chicos: "Me hizo estallar el cabreo. Escuchar a estos dos chicos hablando así... soy una persona que funciona un poco por impulsos y tengo ese carácter a veces. Al darme cuenta de que estaban sin la mascarilla delante del periodista y del cámara, me cabreó. Me calenté y salté".

Así se ha expresado Santalla en Más Vale Tarde, donde ha lamentado que se haya "confundido la libertad con el libertinaje", y ha precisado: "La libertad no reside en que tú puedas salir a la calle a las doce o a las cinco de la mañana, no reside en poder emborracharte, en ser irresponsable". En este sentido, ha puesto un ejemplo para dejar clara su postura: "Puedes tener un puente al lado de tu casa y puedes tirarte, pero no lo haces".

"Tienes que ser responsable. Aunque no haya toque de queda, la responsabilidad está por encima. Se puede ejercer la libertad siempre y cuando se esté cumpliendo con las recomendaciones, respetando el trabajo de los sanitarios, de los periodistas, de los cuerpos de seguridad...", ha proseguido explicando la joven, que ha sido tajante: "A toda gente hay que honrarla. Mi libertad no está por encima de esas personas". Las declaraciones de Santalla no se han quedado ahí.

También ha querido responder a los muchos comentarios que aluden al vaso que porta la joven en el vídeo en el que se ve abroncando a los fiesteros. "En cuanto hicieron ese primer comentario en Twitter lo expliqué, porque la gente empezaba a decir que era un vaso de café". Ella ha aclarado una vez más que no lo era: "El vaso era de café, pero tenía un poco de tinto de verano que me quedaba de la consumición que no terminé en el bar. No lo he negado en ningún momento. Podría haber dicho que era café porque solo lo sabía la gente que estaba conmigo".

En cualquier caso, sí cree que la situación es muy diferente entre Madrid, donde reside, y Galicia, de donde es, aunque sí ha reconocido que "este fin de semana se ha desmadrado un poco la cosa": "Después de las navidades tuvimos un cierre total. En cuanto abrieron la hostelería, la gente tomó conciencia de lo que suponía hacer mal las cosas. Allí, todo el mundo, por lo menos en los sitios a los que que voy en Coruña, mi ciudad, lleva la mascarilla y solo se la baja en el momento de beber, fuman fuera de las terrazas, y se están cumpliendo las normas".