La actriz Lola Herrera, de 85 años, no pudo divorciarse cuando quiso porque en aquella época no estaba permitido, Desde entonces, dice, hemos dado pasos de gigante en cuestión de derechos de las mujeres: "A mi me ha tocado vivir lo de no poder divorciarte y no poder separarte, no tener derecho a nada, ni firmar las notas de mis hijos, ni abrir una cuenta, ni firmar el contrato de una casa", recuerda. Y añade que "ser nadie y ser nada es muy desagradable".

Por eso, su mensaje es claro: "Tenemos que estar con los ojos muy abiertos porque suenan voces y aires de querer cambiarnos las cosas y retroceder en algo que ha costado tantísimo". "Ha habido tantas mujeres a lo largo de los siglos batallando que no podemos dar ni un paso atrás", añade en la entrevista.